4. Contención

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Las calles seguían mojadas por la pasada lluvia, hay poca gente en la calle, que por cierto está llena de barro, por suerte ningún auto a pasado sobre los charcos y me a salpicado, pero por desgracia tampoco ha pasado ningún autobús o taxi, así que me ha tocado caminar. El punto de encuentro era en casa de José, la cual no queda tan lejos de la mía, pero tampoco tan cerca como para llegar enseguida.

Mi vecindario es el lugar que me ha acogido toda mi vida, y no solo mi casa, creo que no hay persona en este vecindario que no conozca y aprecie, siempre he sido de esas personas a las que todo el mundo quiere. Dicen que uno no nace famoso, pero las personas siempre han estado a mi alrededor como si yo fuera lo más importante de la vida (y no me quejo) siempre me han hecho sentir especial.

Estaba tan concentrada viendo las casas que no vi que alguien venía de frente.

Choco contra un chico alto y aparentemente fuerte ya que a pesar de que caigo de espaldas por el golpe él apenas se mueve. Él se da cuenta de inmediato y me ayuda a incorporarme.

—Uy, como lo siento— me acomoda el delgado abrigo que me puse por el frío. —no vi por donde iba.

—no te preocupes, yo tampoco iba muy atenta que digamos,— digo entre risas, acomodando mi vestido, sus ojos se detienen en mi rostro y lo analizan, como si me hubiera reconocido, aunque juro que nunca lo había visto en mi vida, aunque si le veía algo familiar. Seguro me confunde con alguien más o piensa que soy linda.

—¿Jenny?— ok, eso si es más difícil de explicar —¿eres tu?

—Sí...— digo dudosa —y tu eres...

Él se da cuenta de mi confusión y se da un golpe en la frente como si hubiera recordado algo obvio.

—ha claro, no me reconoces, lo siento— me extiende su mano tan rápido que pego un brinco —Soy Eduardo— paso mis ojos de su mano a su rostro para demostrarle que aun no había caído —soy el primo de José— eso sí me hizo reaccionar, José ya había mencionado a su primo algunas veces y ahora veo el parecido que tiene con José. —y también el novio de Angela.

Ok... Eso sí me tomó desprevenida.

—¿novio?— dije por si escuché mal, porque debí haber escuchado mal —¿de Angela?¿mi mejor amiga?

—he... Sí, ella quería darte la sorpresa, pero creo que me adelanté— se rasca la nuca mientras ríe, a simple vista se nota que es un chico alegre a pesar de esa apariencia de chico grande y rudo que tiene, sin duda nos llevaríamos bien.—. También soy el mejor amigo de David y vivo frente a Jyn.

Vaya ¿cómo es que no lo he visto antes?

—Así que eres el novio de mi mejor amiga, vives frente a Jyn, eres el mejor amigo de David, eres primo de José ¿y en serio no te conocía hasta ahora?— dije tomando su mano y saludándole al darme cuenta de que aún estaba estirada.

—pues es un gusto Eduardo, me encantó conocerte pero necesito...— hice un ademán de caminar en señal de que tenía que irme.

—ha cierto ¡feliz cumpleaños!— me abraza muy fuerte y suelto un grito por la sorpresa seguido por risas, le devuelvo el abrazo —vas a casa de José ¿cierto?— asiento —acabo de dejar a Angela allá, te llevaría pero dejé la camioneta de mi padre en la casa. José estaba esperando a que llegaras, David dijo que no podía ir porque estaba ocupado terminando algo —recuerdo que David dijo que estaba con los detalles de mi regalo, me pregunto qué será. —bueno, me tengo que ir, nos vemos Jenny. Espero que tengas un día inolvidable.

Me despido de él y el sale corriendo detrás de mi, seguro va llegando tarde a algo, miro mi teléfono y... o rayos, faltan 10 minutos, me debo apurar.

Lágrimas en la Lluvia (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora