07: Preocupaciones

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Rip estaba caminando en círculos con las manos en la espalda mientras le decía a Rosella lo tonto y peligroso que podría ser su idea.

¿Y cual era la idea de Rosella?

Salir de la nave y buscar al grupo para ayudarlos. Ella sabía que estaban en problemas pero Rip no quizo apoyarla, era un hombre algo orgulloso y ya que a Leonard y Ray les había importado poco la opinión de Rip, dejaría que hicieran lo que ellos creían correcto solo para darles una lección.

— Rip, piensa un poco — dijo la pelirroja por tercera vez —. Tomaron una mala decisión, si, pero necesitan ayuda, lo se.

— Deje que ellos resuelvan sus problemas solos, señorita Clayton — respondió Rip suspirando —. Así lo quisieron, entonces que así sea.

— No — atacó rápidamente —, no es problema de ellos..., es problema de todos. El destino del mundo está sn nuestras manos, no solo está en ellos — Rip la miró atento —. Somos un equipo, ¿no?, y debemos ayudarnos entre nosotros.

Rip negó, estaba muy molesto, habían herido bastante su orgullo como para entrar en razón.

— Ve a tu habitación Rosella — ordenó.

Rosella lo miro furiosa y se puso de pié.

— No eres mi padre.

— Soy el capitán de la nave —respondió dandole la espalda.

— Es algo estúpido que estés enojado con ellos — escupió con enojo, pero Rip no se molestó en mirarla —. Tu les mentiste y aún así te dieron otra oportunidad.

El entrecejo de Rio se relajo y volteó a ver a Rosella con cuidado.

— Pero claro, eres demasiado orgulloso para aceptarlo — ella negó con la cabeza y se dió la vuelta para irse a la habitación que fue asignada especialmente para ella —. Y me voy a mi habitación por que yo quiero, no por qué tu me lo ordenes.

Caminó por los pasillos de la nave tratando de contener su enojo. Sentía impotencia por que no podía ir y ayudar a sus compañeros, su herida ya estaba sanando pero aún era delicada. Se sentía inútil estando ahí, encerrada sin hacer nada en una nave que viaja en el tiempo.

Las puertas de hierro de su habitación se deslizaron hacía los costados y entró. Era un sitio acogedor, la cama estaba metida en la pared y tenía sábanas blancas, había un pequeño escritorio blanco con una silla del mismo color en una esquina y encima de este había tres libros medianos.
No había closet en ninguna de las habitaciones ya que Rip podía diseñar ropa con la tecnología de su nave.

Se acostó boca arriba y puso sus manos en su vientre.

¿Puedo ayudarla en algo, señorita? — preguntó Gideon.

— No lo creo, estoy bien.

No parece estar bien.

— No creo que comprendas — la pelirroja soltó un suspiro mientras negaba y cerraba sus ojos.

Creo que puedo comprender si me cuenta.

Rosella cerró los ojos y apretó los labios.

— Me siento tonta — confesó mientras se sentaba en la cama y miraba al techo —, me siento... Inútil. No puedo creer que Rip no me deje salir para ayudar, ya no estoy tan herida.

Supongo que ya no lo está tanto, su herida mejora con el paso de las horas.
— Si, me dí cuenta — respondió Rosella.

¿Que es lo que le preocupa? — preguntó.

— Exactamente eso, Gideon — dijo —. No poder ayudar me preocupa.

Creo que le preocupa, señorita, es la vida del señor Snart.

Rosella sentía ahogarse con su propia saliva, golpeo su pecho ligeramente y negó con la cabeza espantada.

— Snart no me interesa — trató de convencerse a sí misma —. Él puede cuidarse solo. Ray es quien me preocupa.

Creo que miente.

— ¿Eres una computadora o eres una maldita telepata?

¿Entonces admite que se preocupa por el señor Snart?

Rosella soltó un gruñido y se levantó de la cama totalmente frustrada.

— No estoy admitiendo nada — bufó.

Entonces niega lo que siente.

— Yo no siento nada por él — exclamó. Gideon no respondió —. Por favor, dejame sola, desconectate o lo que sea.

Lo siento, no puedo desconectarme — respondió —. Solo sigo ordenes del capitán Hunter.

— Entonces dejame, quiero descansar y tus preguntas y acusaciones no me dejan.

Se escuchó un ligero sonidito en las bocinas de la nave, y la chica supo que Gideon se había ido. Se quedó un momento en silencio para comprobar que enserio se había quedado sola y después de aclarar sus dudas, volvió a acostarse en la cama.

Leonard; ciertamente le parecía alguien demasiado sarcástico y algunas veces irritante. Podía llegar a ser una persona bastante fría.
Por alguna razón, algo en él le parecía llamativo, aunque no sabía com exactitud el qué.

No lo conocía del todo, solo sabía quien era porque su mejor amigo, Barry Allen, le contaba sobre las veces que intentaban capturarlo.

Y por otro lado estaba Ray; era un chico bastante amable y simpático. Eran totalmente opuestos.

Era cierto que ambos la tenían preocupada, pero no por otras cosas. Estaba preocupada por Leonard porque era alguien demasiado engreído y orgulloso, lo había notado en pocas horas, y eso lo podía hacer querer llegar lejos y causar algún problema. Ray sabía cuidarse, eso Rosella lo tenía bien presente, pero era alguien muy blando y eso podía llegar a ser un problema en el campo de batalla.

En verdad estaba preocupada por todos, incluído Rip, aunque él no estubiera en problemas. Pero sus pensamientos se enfocaban en aquellas dos personas que podían echar todo a perder por sus personalidades.

Smooth Criminal |Pausada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora