Marcando territorio

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Ya habían pasado varios meses desde el accidente, Hoseok visitaba al minino casi todos los días. Se le había vuelto costumbre andar de protector con el pequeño castaño, incluso, ya pasaba más tiempo en casa de Taehyung que en la suya propia.

Y en una de sus visitas, algo inesperado ocurrió.

Taehyung se abalanzo sobre el tigre, y hundiendo su nariz entre el cuello y el hombro, justo donde el olor de su hyung era mayor, comenzó a lamer, mientras el tigre intentaba controlarse. Ciertamente no se podía negar que eso era un buen estimulo.

- Taehyung ¿qué haces? - el alfa estaba sorprendido pues el minino nunca se había comportado de esa forma. - ¿Qué pasa?

El pequeño hibrido olfateo de nuevo, ese apestoso olor había pasado a ser bastante sutil, ya se podía percibir el suyo en él, una lamida más, y otra por si acaso, él debía eliminar ese hedor a como diera lugar. Su omega estaba demasiado inquieto con su hyung oliendo diferente. Y por supuesto no iba a permitir que ese alfa fuera por la vida con otro aroma distinto al suyo.

- Creo que te está marcando, en general esas actitudes son más de alfas, por lo que me lleva a suponer que esta grave el asunto, ¿con quién estuviste? - el alfa mayor se cruzó de brazos. Esperaba una buena respuesta de su futuro yerno.

- ¿De qué hablas? No he estado con nadie. - Jin comenzó a golpear su zapato contra el piso, ese tigre era tonto si pensaba que podría engañarlo.

- No me mientas, no tendrás permitido volver a ver a mi Tae hasta que confieses. - dicto Jin, agarrando al minino por las caderas. Este dio una batalla pues no quería despegarse de su hyung, él debía asegurarse que su olor estaba ahí.

Taehyung comenzó a patalear mientras Seokjin subía las escaleras, las lágrimas hicieron presencia en el momento que entraron en la habitación de los mininos. Seguido unos lloriqueos y finalizando unos alaridos de dolor, que llamaron la atención de Jimin, quien se encontraba en la cama leyendo.

Ya habían pasado una hora desde aquel suceso, y aun seguían en la misma situación; Jin impidiendo que Taehyung saliera y esté intentando salir a toda costa.

El gatito empujaba con todas sus fuerzas, el tenía que abrir esa puerta, pero Jin era muy fuerte, porque solo la retenía con una mano.

- Ni lo pienses. Tae ya me escuchaste. No puedes salir, podrás verlo cuando me diga en que anda metido.

Pero el minino seguía llorando e insistiendo, él debía eliminar ese olor.

- Calma Tae, todo estará bien, estoy seguro que Hoseok hyung no hizo nada. - dijo el minino cachetón mientras acariciaba los cabellos de su destrozado hermano. - ¡Hyung no seas malo! ¡Deja que Tae vea Hobi hyung!

- ¡Jin hyung! ¡Tengo hambre! - grito Yoongi tras la puerta.

- ¡Yoongi hyung! ¡Ayúdame, Jin hyung no quiere dejarnos salir!

- ¡Cállate Yoongi, estoy ocupado! Y tu señorito- señalo al pequeño Jimin. - Compórtate, intento ayudar a Tae, Hoseok no va a salirse con la suya. - Pero todos siguieron con los gritos.

El alfa arrugo el entrecejo, se estaba enojando, todos esos gritos lo estaban enloqueciendo.

- ¡Se callan todos ahora mismo! - dijo con su voz comando.

Jimin y Taehyung se encogieron a su lado. Los dos mininos se apretaban el estómago intentando no vomitar, la voz comando de Jin les afectaba demasiado. Mientras Yoongi apretaba los puños tras la puerta. No le gustaba sentir aquella impotencia que le generaba el mayor con su voz. No era tan fuerte como con los mininos, pero no lo excluía de sentirse horrible.

Tae aun luchando con las náuseas y las lágrimas que seguían saliendo, se acercó a la ventana lentamente, se limpió las lágrimas y mocos de la cara con su camiseta y dando una mirada hacia abajo, calculo que no sería tan difícil escapar por ahí.

Se convirtió, y en su pequeño cuerpo peludo de minino salto por la ventana, cayó en sus cuatro patitas y corrió siguiendo el olor de su hyung.

🐾🐾🐾

Al llegar entro en un lugar en el cual nunca había estado, y explorando los pasillos escucho una música proveniente de un salón, el minino corrió y se adentró en él, había muchas personas bailando. Y ahí entre ellas estaba su alfa.

Taehyung se sentó en una de las bancas y espero a que su hyung terminara. Y cuando la clase por fin finalizo vio como esa omega de grandes caderas y esbelta figura se le acercaba batiendo pestañas al mayor.

El gatito maulló tan fuerte, que su hyung volteo a verle, y corrió hasta su lugar, tomándolo en brazos salió disparado a las duchas.

- ¿Porque carajos estas aquí Tae? Acaso Jin hyung... ¿ya retiro el injusto castigo?... - susurro, mientras el minino se restregaba en el pecho de este. - Tae espérame aquí, iré a ducharme y vestirme.

El minino se soltó de los brazos de Hoseok.

- ¡Hoseok me adelantare, te veo en casa! - grito esa omega de grandes caderas, esa que se le acercaba demasiado, esa que pronto moriría entre sus garritas.

- ¡Esta bien noona, nos vemos! - Volteo a ver al pequeño omega, este se encontraba encorvado y chillando completamente a la defensiva.

- Tranquilo Tae, no pasa nada, en 5 minutos nos iremos.

El pequeño gato se subió a una de las sillas de los vestieres, se sentó lamiendo sus patas, luego sus orejas y sus costados.

Cuando Hoseok regreso, lo tomo de nuevo en sus brazos y salió de la academia.

Llego a casa y rápidamente subió a su habitación, dejo su bolso al lado de la cama, el minino salto de sus brazos y acostándose sobre la mullida almohada de este, cerró los ojos. Hoseok se sentó al lado de este y le acaricio, haciendo que este ronroneara suavemente.

Miro el reloj en su pared, ya se hacía tarde, debía llevar al minino a su casa.

🐾🐾🐾

- Jin hyung ¡Te juro que no estoy viendo a nadie! Sabes que no podría hacerle eso a mí Tae, yo... lo amo. - el alfa mayor se cruzó de brazos, no le gustaba que le mintieran y menos con algo tan obvio.

- Mira Hoseok yo sé que eres adolescente y que tienes necesidades, que quieres procrear y ese tipo de procesos por los cuales estas pasando son difíciles de manejar, pero a mí no me vas a ver la cara, ni a mi bebe, me niego completamente a aceptar esta zarpa de mentiras, ten algo de respeto, aunque sea por Taehyung. - Hoseok abrió la boca en gesto de sorpresa, ¿Y el mayor era el ofendido? Más bien él era el ofendido, le estaba llamando infiel, y encima mentiroso, ¿qué clase de trato era ese? El jamás haría semejante cosa. El realmente quería al pequeño gato, si, tenía necesidades, naturalmente, pero él no haría nada de eso, él estaba completamente entregado a ese gatito juguetón.

- Hyung, por enésima vez, no tengo aventuras ni nada por el estilo, no entiendo por qué Tae se comporta así, porque realmente me parece algo inexplicable. Yo no he estado con nadie, a menos que Tae este celoso por mi madre, o mi prima, pero si no es eso no tiene sentido.

- Tu prima ¿es una omega? - Hoseok lo pensó unos segundos. ¡Rayos!

- Si - pronuncio bajando la cabeza, era su culpa después de todo, el haber dejado que la omega lo abrazara y que su olor se impregnara en él.

- ¡Ahí lo tienes! No debes dejar que te se te impregne el aroma, sabes que el omega de Tae lo podrá olfatear en ti. Y se volverá a repetir esta situación. Me disculpo por las acusaciones, sin embargo, si vas andar de cariñoso con tus familiares evita venir oliendo a ellos.

- Si hyung. - El tigre acaricio los ahora cabellos del minino, mientras este dormía plácidamente en el sillón.

El pequeño abrió los ojos y observo a Hoseok. Ya había vuelto a su forma humana, por lo que estiro un poco las manos y restregó sus ojos adormilados.

- Hyung, ¿Quién era esa? Y ¿porque se te pega de esa forma? - Hoseok sonrió, de alguna manera ver un Taehyung celoso era muy bonito.

- Es mi prima, vino a visitarnos por un tiempo. Pero no te debes preocupar por nada, eres mi precioso omega y no te cambiaría por nadie.

Los tres mininosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora