México x Hong Kong

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Especial Navideño... \(^~^)/
Perdón, por el retraso de este capítulo. Tuve que esperar un año para poder publicarlo. Lo tenía escrito, pero no estábamos en época navideña y se hubiese visto raro publicarlo en medio del verano.

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Los países decidieron reunirse juntos en la noche de navidad. Era una manera de asegurar la paz y la felicidad en el mundo. Aunque sea por una noche dejarían sus diferencias políticas, económicas y sociales. Esa noche iba más allá de lo religioso, ya que incluso invitaron países no cristianos a la celebración. Por una noche, todos estarían unidos, ya que todos eran uno en el mismo planeta.

Itzel y sus hermanos fueron invitados por Antonio a la celebración que se llevaría a cabo en casa de Finlandia.

Mientras Finlandia —Aquí entre nos, Santa Claus—, Hanatamago y Suecia —La señorita Claus— iban a repartir los juguetes de los niños por todo el mundo, los demás países se encargarían de hacer la comida y acomodar la gran mesa.

Inglaterra había propuesto ser el cocinero de esa noche, a lo que todos contestaron con un rotundo "no".

Al final, China, Francia y Turquía terminaron haciendo la cena de navidad. Mientras Inglaterra, acomodaba la mesa y murmuraba algunas maldiciones entre dientes.

Las ex colonias de Arthur lo ayudaban a acomodar y decorar. Y ahí fue dónde Itzel se percató de la presencia de un chico peculiarmente interesante.

Era un asiático que se parecía mucho a China, aunque también tenía las cejas espesas de Inglaterra, pero de una forma más estilizada.

Todos conocemos bien los tremendos azotadores rebeldes que Arthur siempre se carga...

Sin embargo, esas gruesas y arqueadas cejas en aquel chico eran incluso lindas.

—¿Qué te pasa, hermana? ¿Tienes fiebre? —preguntó Pedro burlonamente mientras ponía una mano en su frente.

—¿Eh?... Y-yo. ¡Claro que no! —Itzel se percató que su hermano se dio cuenta de cómo miró al asiático y empezó a sudar frío. No quería que pensara otra cosa y lo peor es que no podía soltar de la nada lo de las cejas, porque sabía bien que su hermano lo gritaría para mofarse y eso sería de muy mal gusto para los demás.

—¿Te gusta, verdad? –Sonrió de lado como si fuese un villano planeando su próxima táctica y dio la media vuelta para acercarse a aquel asiático, tendría su venganza por ser el protagonista de un doujinshi yaoi que descubrió en la habitación de su hermana. Él se consideraba demasiado macho –típico hombre norteño– en su mente era demasiado obvio de que si lo hacía con Rusia, el ruso tendría que estar abajo.

Como dirían por ahí "sigue soñando".

Itzel se sonrojó más, aunque esta vez fue más por vergüenza. Se quitó su zapato y se lo arrojó a Pedro con una fuerza sobrehumana y una precisión impecable. Ella fácilmente podría entrenarse como espía soviética y tener éxito. ¿Apoco no?

—¡Ah! —Pedro cayó al suelo y los países presentes en la sala miraron a ambos hermanos.

Incluso aquel asiático de cejas espesas la miraba. Lo cual hizo que su sonrojo aumentara, mucho más de lo que ya.

—Mis críos se van a reventar la madre –murmuró Antonio dándose un facepalm interno– ¡Niños no peleen! —gritó. Se acercó y levantó a Pedro—. Comportense, están en casa ajena.

—Hace mucho nos independizamos de ti... –murmuraron ambos morenos entre dientes.

—Qué tal si se hacen daño. Cómo reaccionaría el pobre Finlandia —había ignorado las palabras de Itzel sobre su independencia.

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⏰ Última actualización: Dec 27, 2018 ⏰

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