La noche se cerraba encabezada por una luna creciente, describiendo una cuchilla plateada, el grupo de Los Mortales, iban en cabeza, teniamos los musculos entumecidos por la tension que se respiraba entre esos arboles, parecia que todo se habia congelado, los 33 hombres armados que hacia unas horas presumien de su valentia en el centro de la villa, temblaban mientras subiamos esa colina que aun puedo ver en mi peores pesadillas.
Extendimos las tiendas de campaña en un claro a lo alto del monte, cenamos entre historias del pasado contadas por compañeros, yo miraba al cielo tumbado en una piel de oso vieja, que calentaba hasta el mas frio hielo. Los Mortales, patrullaban los alrededores para crear un flaso ambiente de relajacion, aunque todos cenaban felices, sabiamos a que habiamos ido.
Cuando la luna alcanzó el punto mas alto, cada uno se metio en una pequeña tienda de cuero que nos resguardaria de la implacable noche, mis ojos se tornaron poco a poco hasta caer rendido.
Me desperte acompañado por el sonido que nunca hubiera querido escuchar, un hombre soplaba un cuerno retorcido y creaba una sinfonia que traia la muerte, el engendro que habiamos venido a cazar habia sido visto cerca del campamento,me levante, tome mi lanza y sali apresurado de la tienda, los homres estaban nerviosos, pude ver como uno de ellos corria adentrandose en el bosque para escabuirse entre el alboroto, al momento pude ver como sus pies se despegaban del suelo y su cuerpo paralizado por el miedo se sumia entre los dedos de una bestia sanguinaria, esa fue la primera vez que vi al demonio negro.
Cerre el sobre y lo deje donde lo habia visto, mi mente comenzó a crear cientos de motivos por los que la posibilidad de encontrar a mi padre se alejaba con cada letra escrita con esa maldita tinta, tembloroso me sente en el suelo y me quede ahi lo que para mi fueron horas,una vez mas toda la ilusion que volqué en descubrir algo, una leve pista de donde se hallaba, una ubicacion...algo, fue inutil.
Volvia a casa en ese ruidoso tren que cruzaba la llanura de Aridia, el sol brillaba entre los inmoviles cañones, que describian la soledad a la perfeccion. Mi cabeza se recosto poco a poco sobre la silla que botaba en cualquier infimo bache que el tren pasaba.
Baje en la penultima parada de la via elemental, la llamaron asi dado que cruzaba las cuatro comarcas de Zuria, El frondoso bosque de Yumaa, conocido por las avanzadas artes de alquimia que su gente habia perfeccionado desde que los arboles que inundaban los montes no eran mas que sutiles brotes tiernos, las ardientes Llanuras de Aridia, muy poco pobladas a causa del calor que hacia que hasta los mas preparados reptiles, sufrieran a causa de las altas temperaturas, en algunas zonas localizadas volcanes formaban columnas de azufre puro,esta zona era muy frecuentada por el comercio de armas y bienes animales, al norte se encontraban Los lagos, kilometros de tierra enterrada por masas de agua, se podian observar
los que la gente llamaban Los festivales del agua, donde los millones de litros que inundaban la region se tornaban junto con las estaciones del año,en los meses febriles, las aguas se estancaban y disminuian a causa del imponente sol, en la epoca mas fria, el hielo paralizaba cada gota dorante varios dias, lo que hacia imposible la pesca, en esta zona la agricultura y la ganaderia se habia concentrado en cantidad de pueblecitos y granjas, y por ultimo, mi hogar Cira, haciendo frontera casi con el cielo se alzaba la avanzada ciudad de Umla, la capital presidida por el argenteo Palacio de los heroes, hogar de la familia noble, la ciudad esaba rodeada de pequeñas villas que abastecian a la metropoli con recursos de caza, pesca y alimentos cultivados en otras regiones.
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Cuchilla Plateada
Fantasy"Error, reflexión" El joven Yokai presencia en una serie de acontecimientos extraños y a simple vista aleatorios, esta a punto de sumergirse en un mundo de aventuras y criaturas de leyenda. En este relato pretendo que nadeis en un mundo creado para...