Un angel en la bruma

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Cuando el cansancio pudo conmigo, me desplome sobre el humedo suelo de la cienaga, mirara donde mirara esos arboles podridos por el tiempo me perdian en el pantano, mientras la neblina de color blanquecino acariciaba el ambiente yo dejaba que mis piernas y mi respiracion descansasen bajo un arbol enorme y retorcido, unas cuantas luciernagas reboloteaban formando una nube radiante, de mi saco de cuero cogi una manzana de la Baba, antes de su desafortunado accidente metió en mi mochila juntos con algunas cosas mas, entre ellas encontré una piedrecita con un agujero en el centro, y despues de quedarme atónito durente un rato, me levante y seguí andando, horas despues me mantenia en pie gracias a esa brillante y jugosa manzana.

Mientras me movia entre las charcas llenas de sapos empezé a pensar en las cartas que mencionó Baba en su casa, por que mi padre se molestaria en dejar eso para mi, de todas formas nunca lo sabria Baba habia sido "detenida" por unos individuos que desconozco por completo, si habia algun tipo de vinculo, esa era Baba pero ahora de nuevo mis esperanzas se las llevo un suspiro del destino, tenia ganas de quedarme ahi tirado y que el hambre y la sed hicieran su trabajo, y lo intene, hasta que vi  esa figura que se movia por el bosque a lo lejos, una sombra, con un vestido negro que ondeaba con la niebla al agitarse entre las ramas de aquellos arboles,en cuanto la vi ahi tirado bajo una roca me levante y corrí, las lagrimas casi se me saltaban cuando veia mi salvacion  a unos cien metros, mis piernas  cada vez se movian mas rapido, cuando ya casi podia ver su rostro en un movimiento rapido se perdio en la neblina, mi cara se fue tornando poco a poco en la mas pura desesperacion, pero no podia rendirme en ese momento, no podia haber ido lejos, mis pies continuaron corriendo, mas rapido que nunca, lavantando el barro con cada paso que daba, mirando entre los troncos raidos, en cada claro, no deje de intentarlo durante una gracias al sol oculto casi por las nuves calculé que  una hora, dejé de correr para empezar a caminar por un sendero repleto de rocas musgosas.

El silencio que habia en ese lugar me asustaba, antes, entre las ranas y los insectos una sinfonia de la cienaga acompañaba mi marcha pero ahora no habia nada, miraba al cielo en busca de alguna desesperada señal de algo que me sacara de alli, a lo lejos obsevé una pequeña apertura una roca que formaba una cueva, -mi señal, pensé.

Cada vez tenia la gruta mas cerca, eche un vistazo a los alrededores antes de entrar y cuando me dirígi al pequeño arco de pidra que se habia formado en la inmensa roca comprove que frente ami, a la altura de los ojos una chica blandia una hoja fina como el papel, su rostro denotaba miedo, la habia encontrado.

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⏰ Última actualización: Jun 04, 2014 ⏰

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