El tren irrumpia en la estacion acomapañado del horrible sonido de un motor de vapor de hacia años, en esa epoca la gente aun se preguntaba como una maquina podia transportar a las personas a tanta velocidad,la gente se levanto de sus asientos y cogio su equipaje de las oxidadas baldosas de hierro carcomido y empezo a salir del bagon sonriendo para dirigirse a sus familiares, podia ver sus caras de alegria al reencontrarse con los suyos, yo sin embargo pocas veces puede poner esa expresion.
Mi madre fue secuestrada por una tribu nativa del Bosque de yumaa, probablemente asesinada, y mi padre... simplemente no sabia quien era mi padre, de pequeño llamaba papa a cualquier persona que mostrase mero afecto por mi, buscando tapar una necesidad que cualquier niño taparia.
Despues de pasar media hora en un carro impulsado por dos caballos atravesando la putrefacta cienaga de Ulim, en la parte mas al sur de Los lagos llegue a donde el destino me preparaba, una humilde casita de madera roida por la humedad impregnaba el siniestro pantano con una sensacion de hogar, pague al conductor del carro con un saquito de polvo de hierro y me acerque a la casa, llame a la puerta varias veces hasta que un señor que tendria como trescientos años de edad me abrio la puerta, el hombre permanecio en silencio, yo miraba su cara estropedada por lo años, me extrañaba que una persona pudiera parecerse tanto a un muerto.
Entre en el salon, donde el hombre con movimientos apagados me sirvio una taza de te caliente, todo era muy extraño, no me habia preguntado absolutamente nada acerca de porque estaba en su casa, no hablaba y me servia te como si nada. Mientras daba un sorbo de cortesia a la taza el anciano comenzo a tambalerse, callo al suelo y yo me apresure a ayudarle, manteniendolo sujeto con mis brazos a su espalda, comprobe como el cuerpo del hombre se desvanecia en polvo entre mis dedos, no podia reaccionar ante lo que estaba ocurriendo, en un impulso me aparte hacia la pared, mi respiracion estaba acelerada, empece a escuchar extraños ruidos dentro de la casa, de entre las sombras aparecio lo que pense que seria un duende, descubri despues que se trataba de una señora mayor muy pequeña, sus palabras fueron:
-Pense que nunca llegarias Yokai, soy Tia Baba.
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Cuchilla Plateada
Fantastik"Error, reflexión" El joven Yokai presencia en una serie de acontecimientos extraños y a simple vista aleatorios, esta a punto de sumergirse en un mundo de aventuras y criaturas de leyenda. En este relato pretendo que nadeis en un mundo creado para...