12- Residencia Park.

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Park Jimin, ¿por qué lo complicas todo? Todo se volvería completamente fácil si te sueltas y confías en mí. 

¿Cómo saber de alguien sin preguntarle directamente a ese alguien? ¡Claro! Sus padres, cómo no lo pensé antes. A la mañana siguiente, fui en dirección a la señora Ana, no tenía pensado establecer alguna comunicación con Jimin, quería dejarlo solo y tranquilo durante lo que durase el día.

__: ¡Buenos días, señora Ana! ¿Qué tal va todo?

Ana: Sorprendentemente no hemos tenido novedad alguna, ¿Cómo vas con Park Jimin?

__: Lamentablemente venía a hablar de él.

Ana: ¿Sucedió algo? -me observó fijamente reflejando miedo-, ese mocoso.

__: Tranquilícese, no es nada malo. Es un chico muy diferente, tenía un modo asombroso de ver la vida, esto, al parecer, es algo nuevo para él, aún no lo asimilar. Hay que tener mucha paciencia para conocerlo mejor.

Ana: Entonces, ¿qué se te ofrece, hija?

Dícese que el enamorarse conlleva tiempo, preocupación y paciencia. Lleva tiempo; conocer a una persona más allá de lo físico, ver sus defectos más que sus cualidades, querer aprender más de él/ella, evitar dormir por pensar si estará bien. Preocupación; estar al pendiente más que de ti mismo, tener la iniciativa de ir a donde se ubique, trasnochar hasta que sepas que todo va excelente y ningún desperfecto altere la situación. Y paciencia; el no verse, el mantener un vínculo a pesar de la distancia, el dar un tiempo de privacidad para cada uno, dejarlo sólo cuando lo necesite...pero todo depende de lo tan seguro que estemos ante estos síntomas. No todo es color de rosa, y hay que saber qué es lo que queremos y qué es lo que quiere la otra persona, si el amor es verdadero, atravesará toda marea y destrucción.

__: Me gustaría conocer a los padres de Park Jimin.

No se me dificultó hablar, no me dio miedo expresarme y no caeré ante el pánico, desde pequeña que he sido firme con mis decisiones, sin miedo ante todo.

No recuerdo bien cuándo ni cómo, pero me ubicaba fuera de la casa de los señores Park, más que una casa era una mansión, pero no me daba confianza, algo había tras todo esto, algo que me dejaría sin aliento. Su madre era una mujer de estatura pequeña y su sonrisa, era la misma que la de Jimin, traía un vestido café demasiado largo que le llegaba hasta los tobillos pero que demostraba sutileza mezclada con cariño y maternidad. Su padre era un poco más alto y con ojos expresivos. Ambos se veían unidos, tal como una pareja de recién casados.

Sra. Park: Hola, bienvenida srta. __, la señora Ana me habló de usted y me mencionó que quería hablar con nosotros, lo que sin pensarlo, aceptamos claramente, todo por nuestro hijo.

Sr. Park: Hablas mucho, cariño -cariño, cariño, cariño, he ahí el afan de Jimin por esa palabra, que hasta ahora, se había convertido en un cliché pero en este momento, lo más tierno del mundo- ¡adelante, srta.!

Entramos en un profundo silencio, su casa por dentro era un cálido hogar pero denotaba tristeza y soledad, le faltaba alegría, un Jimin corriendo jubiloso, una traviesa Cindy ladrando por toda la casa y un Min Yoongi que acompañara en las travesías de él.

__: No sabría cómo empezar -tomé asiento en un pequeño sofá individual color negro, ellos se sentaron frente a mí, de igual manera, ambos tomados de la mano-.

Sr. Park: Puede contarnos todo, no tenga miedo, somos más comprensibles de lo que aparentamos.

__: Jimin, Park Jimin, me ha sorprendido demasiado, ha cambiado mi forma de pensar. Es un chico completamente ajeno al presente, aún no vuelve a la realidad, y lo que más quisiera es ser una escalera de apoyo para él y poder ayudarlo a entender todo lo que está viviendo, que no se sienta solo, que tiene una familia trás él, tiene a un hermano, me tiene a mí.

No entendía claramente, pero la madre de Park bajó su mirada e intentó ocultar aquellas lágrimas que brotaban cada vez más de sus ojos. Había algo que no sabía todavía, tenía que averiguarlo.

Sr. Park: ¿No te ha hablado de su hermano?

__: -negué con mis labios fruncidos- todo lo que sé hasta ahora es lo que me ha hablado la señora Ana.

Sra. Park: -levantando su rostro rojizo, su nariz respingada y sus ojos tristes- ¿qué te ha hablado ella?

__: Min Yoongi es su nombre, ¿cierto? -ambos asintieron- me lo visualizo como un chiquillo alegre pero un poco introvertido, de cabello negro y una sonrisa tranquilizadora. La señora Ana me dijo que, es la persona que más quiere Park. Que más anhela ver. Lo que más me impacta es que sufrió un accidente, un accidente que no me han especificado, ni ella ni él. Un accidente que cambió el curso de vida de Park Jimin. -me detuve, respiré hondamente e intenté ponerme en el lugar de ellos, los padres- ¿Cómo se ha encontrado su hermano? ¿ha mejorado? Me gustaría verl...

Ahora era el Señor Park quién cerraba sus ojos y limpiaba sus lágrimas. Saqué, entonces, de mi maletín, unos pañuelos y le entregué uno a cada uno.

Sra. Park: Para ser exacta -su voz se iba quebrando mediante expulsaba cada palabra, como si tuviera una daga en su garganta- Park Jimin lleva 1 mes y casi dos semanas en el Hospital Psiquiátrico, fue un golpe duro para nosotros, perdímos  a un hijo y estábamos a punto de presenciar la pérdida de otro...

"Yoongi era..." volvían esas palabras a mi mente y cobraban poco a poco sentido.

__: Eso quiere decir -callé, puse ambas manos en mi boca y por primera vez logré sentir lo que sentía Jimin, ese nudo en la garganta y ese miedo a ser vulnerable e indefenso, ese miedo a llorar frente a otro y causar preocupación- realmente lo siento, no tomé en cuenta que podría haber pasado esto.

Sr. Park: No se preocupe, usted no es culpable de nada, siéntase con la seguridad de seguir preguntando y sacar toda duda que lleva dentro.

__: ¿Cómo ocurrió todo?

Sra. Park: Esto va más allá del accidente -limpió sus ojos con el pañuelo y volvió a mirarme con esos ojos reconfortantes de una madre-. Cuando murió Cindy, la perrita favorita de Jimin, él calló en una fuerte depresión, no hayabamos qué hacer, pensé en traer a otra mascota, pero él se resistió, decía que no podía reemplazar a Cindy, que ya todo era un caso perdido. Entonces, junto con mi esposo, decidimos tener un hijo para que se apoyaran mutuamente y que todo volviera a la normalidad, queríamos estabilidad emocional y estábamos decididos en procrear nuevamente. La felicidad en ese momento era absoluta, yo me sentía viva y dar a luz a otra persona, traía en mí más fortaleza como madre y esposa, un hijo era un rayito de emoción. Fue ahí, cuando, al ir al doctor, me derrumbé.

__: ¿Qué sucedió? -los nervio emergían y la piel se me ponía de punta-.

Sra. Park: Me dijo que era muy difícil volver a embarazarme, algo inexplicable ocurría dentro de mí y me había vuelto estéril. No sabe cuánto lloré ese día. Me sentía inútil.

Sr. Park: Todavía recuerdo la conversación que había tenido con Jimin. Lo que más guardo fueron sus palabras acogedoras, 'no hay necesidad de sentirse mal, ya me recompondré y verán a su hijo de siempre'. Pero sabía que no sería del todo cierto.

__: Entonces decidieron adoptar, ¿o me equivoco? 

Sra. Park: Exactamente, al principio, pareció incomodarle a Jimin sobre la situación, aún así, no cambiaríamos de parecer, sabíamos con certeza que estábamos haciendo lo correcto, y así fue. Se unieron tanto, que era difícil separarlos por unas horas. Un hijo en casa, es una bendición, dos hijos es un regalo. Compartía con ellos cada segundo, éramos sumamente felices.

Sr. Park: Pero todo fue culpa mía -explotó y un mar de lágrimas desbordaba sus ojos, tal como un río rebelde, frustrado y descontrolado-, soy culpable y esa culpa la cargo día a día.

L  I  E : Nada es lo que parece. 《pjm》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora