El simple tacto de su piel sobre la mía me hacía estremecer, el lo sabía y disfrutaba con ello, le encantaba ponerme nerviosa, ver como mis mejillas se sonrojaban y saber que era él, el que me hacía incapaz de articular una palabra.
Y a mí me encantan verlo sonreír, la presión de sus labios sobre los míos, sus manos en mi cintura y sus dulces caricias.
Aún no sé decir porqué se acabóCon mucho amor
•Ayzul•
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La hora del cuento
AléatoirePequeños textos de una pequeña soñadora con grandes aspiraciones