Esta historia fue escrita por mi bisabuelo Carlos Miranda Plá.
Mayormente narrada por Liberio-un esclavo con grande corazón-este libro cuenta la historia de las injusticias echas por los españoles a los negros africanos en Manzanillo, Cuba.
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Lo que debe saber quien leyera antes y después de la lectura del presente libro:
Me dispuse a escribir esta obra con el propósito de rendir un sentido y justo homenaje a Manzanillo, mi ciudad natal. El tema tratado en ella abarca: La vida, la esclavitud de los negros africanos, el amor y la muerte en el Manzanillo del pasado siglo XIX. De los horrores, injusticias y errores que conocerás con su lectura no condenare concreta y directamente solo a la España colonialista de aquel tiempo, porque todo eso era, y sigue siendo aun en muchos pueblos, el mal del Mundo. Y España no pudo, ni ha podido todavía, librarse de la poderosa influencia del sistema político-social que agobiaba y agobia todavía con sus injusticas a muchísimos habitantes de nuestro planeta Tierra.
Al final de la lectura de esta obra piensa, estimado lector, en que aun después de quedar Cuba libre de la dominación española, y de quedar sujeta por la coyunda injusta, hipócrita, falsa y asusta que nos impuso el naciente imperio norteamericano, siguieron existiendo el mismo sistema y los mismos males que venía padeciendo el pueblo cubano: opresión, explotación y miseria. Siguieron siendo iguales la mala ley y los tribunales de justicia (con minúsculas, lector) de los que salían los poderosos riéndose de la Ley y de los Tribunales; y los infelices maldiciendo a jueces, magistrados y leguleyos. Todo siguió igual a cuando Cuba ere colonia de España: Hombres sin trabajo, niños sin camisa, sin zapatos, sin comida y sin escuelas, vendiendo manu tostado, vendiendo periódicos o dando carreritas con el cajón de limpia botas apretado entre las costillas y uno de sus bracitos.
Siguió el mismo problema para quienes, siendo pobres, tenían un miembro de su familia enfermo y siguieron las "listicas" para recoger limosnas con las que pudieran pagar al médico, o sufragar los gastos del velorio y entierro del deudo fallecido. Todo eso y muchos más horrores continuaron imperando en la casi República de Cuba (Republica de Mentirita) hasta más acá de la mitad de presente siglo XX. ¡Hasta el día primero de enero, de 1959! En el que las fuerzas del Ejército Rebelde, lideradas y comandadas por Fidel Castro Ruz, derrotaron al ejercito del último gobierno pronorteamericano que padecimos en Cuba. Y se puso punto final a tantas burlonas injusticias.
Leyendo este libro veras, estimado lector, que esta novela no se parece a ninguna otra, por lo que creo debes anotarle un "tantico" por su originalidad. Veras también que el modo de manejar y mover a los actores que toman parte en esta historia; y la composición de sus diálogos, no es imitación de como lo hacen otros escritores. Ponle, pues, otro tantito. El autor no olvida a ninguna de las gentes que tomaron parte en lo que sucedió entonces, no solamente a los personajes, personas, personitas y personajuelos, sino tampoco olvida a los más infelices e insignificantes personas, por creer que lo justo es que así sea. Por esto, ponle otro puntico.
Si en el curso de su lectura, en los pasajes más fuertes, más duros, más dramáticos, más patéticos, estimado lector, estallas riéndote a carcajadas, veas que las cinco partes que compones esta obra confluyen a un mismo punto y armónicamente, amigo mío, márcale otro tantico. Y, si después de su lectura, sientes algún deseo de volver a leer el libro, pues anótales todos los tantos que creas justo ponerle.
