Hola niña bonita
Contigo sólo me presento ya sin temor
Soy aquel que la observa... desde el mostrador.Al momento de verla
Trataba de ser disimulado
Pero creo que soy muy obvio...
¿Ó estoy equivocado?Trataba de hablarle
Pero la timidez me controla
Pero ¡ya basta! Aquí llega mi timidez
Y se lo digo tan cortésPero con tan sólo verla este chico se despista
Tal vez no sea guapo...
Pero si muy detallistaAl mirarle a mis días da alegría
Esa voz es una hermosa melodía
De la cabeza no me saco esa sonrisita...
Se ve que es buena amiga... y no una fresita
Cada vez que oigo su nombre se me escapa un suspiro
Cada vez que la veo se me aceleran los sentidos...Al menos ya sabe que existo
¿Me permite acompañarle?En cada linea de tinta azul me daba cuanta el que él mismo se había encargado de redactarlo. Lo leí más de una vez, era lo mejor que había leído en mucho tiempo, más por que estaba dirigido a mi.
Miré en su dirección, pero este sólo miraba al frente; y así fue el resto del día. Buscaba alguna excusa para alejarse en medio del descanso, así decidí esperar como dijo en un principio.
Al día siguiente llegó como de costumbre, tarde. Me habló como si nunca hubiese pasado nada, sus palabras ni la hoja. Pensé que simplemente pretendía seguir así hasta actuar ambos como si estuviera olvidado, así que tampoco fui para mencionarlo.
Pasó una semana como cualquier otra, hasta la segunda carta.
Debo admitir que me gustó más la primera, tomando en cuanta que esta fue más de despedida.
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Hace un par de horas que volví a casa, Frank se fue tan rápido como me dejó en la puerta. Me parece que estaba un poco extraño.
Mi móvil vibra en mi bolsillo, al mirar notó un mensaje de él.
"Es todo, me cansé"
Posteriormente intento responderle para enterarme de lo que ha pasado, pero me notó bloqueada. Decido llamarle.
—No quiero hablar contigo, dije que todo lo que tenía que decir— se escucha a un Frank alterado al otro lado de la línea.
—Han sido 4 palabras que podrían significar cualquier cosa.— le recrimino ante su falta de coherencia.—
—No me refiero a eso, más bien a los últimos dos 2 años— empiezo a entender el rumbo de esto.
—¡Sólo enviaste un par de cartas! ¿Se supone que eso es todo?— Suspiro agotada y me tiro sobre mi cama. —No entiendo que pretendías con invitarme a salir después varios meses de no saber nada de ti, para luego hablar y decirme que ya no te busque.—
—Tenía la esperanza de que ahora sintieras algo diferente por mi ¿de acuerdo? La idea de reunirnos completamente mía, no quería agobiarte, así que termine invitando al resto.—
—Ya pero...—
—¡Ahora déjame terminar!— levanto las manos en señal de rendición aún cuando tengo claro que él no puede verme. —Estuve 2 malditos años detrás de ti, sabías perfectamente lo que sentía por ti y aún así hiciste como que no pasaba nada.—
Me quedo callada un momento para comprobar que puedo hablar.
—Es cierto que lo sabía, pero no fue gracias a que tú lo dijeras de frente. Al final traté de dejar las cosas claras contigo y los dos estuvimos de acuerdo en que continuaríamos siendo amigos, ahora veo que fue un error.—
—¿Qué hay de mencionar al tipo que te gusta?— al principio no entendí su pregunta.
—Eso tú mismo me lo preguntaste, cuando te dije sólo su nombre continuaste interrogándome.— me defiendo.
Bufa al otro lado de la línea como si de un animal se tratara.
—Ya entendí, olvídalo.—
La llamada fue cortada y obviamente intenté llamarlo un vez más, pero ni eso era posible. Ahora sé que sigue vivo porque nuestros amigos en común, que no están enterados de nada, hablan de él de vez en cuando.
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Mi yo
Random¿Vivir por los demás? ¿Qué les importa? igual vienen a destrozar lo que me está costando crear.