Capítulo 4

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Siempre he tenido la curiosidad... ¿Cómo es que se siente el verdadero amor? Por una u otra circunstancia un tanto...absurda, nunca tuve la oportunidad de averiguarlo. Podría ser:

-al que le gustó resulta ser no muy agraciado  (por no decir feo)
-el que me gusta tiene novia
-el que me gusta es mi mejor amigo
-o simplemente aunque nos gustaramos, no era posible, por cosas del destino... según la vida.

Llegó un momento en que después de tantos fallos, no busqué más el amor. Me hice a la genial idea de que si, en algún momento,  sería feliz....esa persona simplemente llegaría a mi.

Mañana volveré a pasar el 14 de febrero completamente sola. Mis amigas se negaron a festejarlo conmigo porque ellas querían pasarlo con su novio. Y sí, disfrutaré feliz de chocolates que mi madre reciba, mientras escucho BVB, todo un álbum de AA y una que otra canción de SWS.
Ya tenía planeada toda mi agenda para el día siguiente, así que sólo me quedaba ir a dormir.

<<14 de Febrero>>

Como si fuera un día normal, desperté, con las canciones más cursis que a los vecinos se les ocurre poner en estas fechas. Miré por la ventana, mi hermano iba llegando en su auto, con la parte trasera llena de globos, chocolates, cajitas con moños...
Creo que él mismo se harta de ser popular. ¿Quién lo diría? No es tan fácil rechazar. Él nunca tiene tacto para hacerlo, pero igual lo siguen persiguiendo.

Afortunadamente no he tenido que hacerlo yo.

Tuve que ayudarlo con tantas cosas, me lo agradeció con una caja de chocolates y un abrazo rápido.
Aunque sea mi hermano, también me cuesta demostrar el mínimo afecto.
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Ya era pasado del medio día. Cuando recibí la llamada de una amiga que no veía veo desde secundaria.

Rapidamente cojo el móvil..

-¿Hola?
-¿Karla?
-Si... ¿Quién es?- respondí sin ganas.
-Kath ¿no me recuerdas? Estábamos juntas en cada receso. -trata de ayudar a recordar.
-Oh, por supuesto.- dije, aunque no estaba del todo segura.
-¿Cómo has estado? la verdad, me parece un poco extraña tu llamada.
-Muy bien, gracias. Sólo quería invitarte a festejar el día de hoy. Será a las 3, en Av. Revolución.
-¿En serio? ¿Quién más irá?
-Lilia, Guillermo, Frank, Luis y unos cuantos que no conoces.
-Ah va, me encanta la idea, te veo al rato entonces.
- ¿No te molesta que vaya Luis?
-Claro que no, igual no sólo lo voy a ver a él.
-Uff qué bueno...

Cortamos la llamada después de unas cuantas confirmaciones y miré la hora. Eran casi 12:30.

Me lleve las últimas dos horas entre decidir un atuendo, tomar un baño y tratar de localizar a mi padre para avisarle.

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Cerca de las 2:30 tomé mi bolso y llaves.
Salí del edificio hacia la estación ya que el lugar estaba un poco lejos de mi casa.

Al bajar en la estación más cercana tuve que correr escaleras arriba después de mirar la hora.

Esto de llegar tarde por imprevistos ya es mucho de mi.

Al llegar a un lado de la explanada miré a mi alrededor para visualizarlos, tomé mi teléfono para llamar a Kath y hacerlo más fácil, pero a lo lejos una manos se ondeaba en mi dirección.

Corrí hacia ellos y sujete mis rodillas para recuperar un poco de aire. Los deportes no me encantan.
Al frente mío había una mano, la cual tome para apoyarme.

-Gracias...- dije levantado la vista.

-No ha sido nada, creí que lo necesitabas.- dijo con una enorme sonrisa en el rostro.

—¿Que haces aquí?— dije con el ceño fruncido. Lo había reconocido por su foto en WhatsApp.

—Toda una casualidad...— Dijo acercándose a mi oído, —O quizá así lo tenía planeado—

Mi yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora