La muerte llevaba millones de años llevándose las almas de aquellos a los que no les quedaba tiempo. Pero un día, nadie sabe el porqué, a una mujer la dejo más tiempo del debido.
Era una mujer rubia de ojos verdes que estaba dando a luz, la dejó el tiempo suficiente como para que pudiese tener a su bebé y dejarla besar la frente de la criatura. En cuanto sus labios la tocaron no pudo evitar cerrar sus ojos para siempre y su alma salió de su cuerpo, la joven, dándose cuenta de lo ocurrido le dio las gracias a la muerte. Esta se sentía bien, era la primera vez que hacía algo bueno. Cogió la mano a la chica y cuando se la iba a llevar no pudo evitar fijarse en el bebé que sostenía el cuerpo de la difunta. Era una niña preciosa con unos hermosos ojos verdes, un llamativo pelo de color rojo anaranjado y tenía unas adorables pequitas bajo sus ojos. Se quedó mirándola un rato eterno aunque tan solo fueran unos segundos. La muerte sonrió y no pudo evitar sentir un golpecito en el hueco de su caja torácica. Se sentía mal al dejar a la niña allí y ni él sabía de donde venía esa sensación. En la habitación no había nadie, la chica estaba dando a luz sola, en su casa, así que si dejaba a la niña allí pronto moriría de hambre o sed.
Muerte: - ¿Y su padre?
El alma puso un rostro triste y agachó la cabeza dando a entender que estaba muerto.
Muerte: - ¿Tienes a alguien que pueda cuidar de ella?
El alma giro la cabeza de derecha a izquierda para decirle que no.
Muerte: - Llevemosla con una familia, tú eliges.
El alma sonrió. Se acercó a la ventana y señaló una casa. Muerte movió a la niña sin tocarla a una cesta, la cogió, se telestransportó delante de la vivienda, posó a la niña con cuidado y llamó al timbre. Abrió una señora de unos cuarenta, gordita, negrita, solitaria y con aspecto de hacer galletas, es más su casa emitía un olor a estas. Parecía amable, fijo que la niña crecería feliz allí pensó. Al abrir la puerta la señora se sorprendió, miró a todos lados y no vio a nadie a pesar de tener a la muerte delante de sus narices. Cogió a la niña en brazos, esta le sonrió y la amable señora no pudo evitar no querer cuidarla, era tan bonita. Era como que nadie se podía resistir a esta niña, tenía algo distinto a todo el mundo, era especial y especial debía de ser si la muerte le dejó más tiempo a su madre para que pudiese nacer, él no hace esas cosas. También debía de ser muy especial ya que iba a visitar a la niña muchas noches. Se quedaba de pié delante de su cuna y la miraba, comprobaba que la señora la cuidaba bien y se preocupaba por ella.
La muerte fue viendo poco a poco la evolución de la niña, sus primeras palabras, sus primeros dientes, su primer día de cole... Muerte siempre estaba ahí a su lado, mirando desde la distancia, pero estaba ahí. Por las noches estaba al lado de su cama, velándola, pero un día la niña se despertó.
- Hola, ¿como te llamaz? - Dijo la niña con una adorable y dulce voz.
- Soy Muerte. - Respondió tiernamente.
- Hola Muerte, zoy April. Te he visto muchas veces a lo lejoz, ¿erez tímido?¿Ez que quierez zer mi amigo?
- ¿Por qué me ves? - Preguntó la muerte.
- Jaja, ¿estabaz jugando al escondite? Porque no sabez juga', si quierez te enseño.
- No, no estaba jugando al escondite.
- ¿Y po' qué no te iba a ver?
- No, por nada, cosas de mayores, muy mayores... Venga, anda, vete a dormir.
- ¿Cuántoz añoz tienes?
- Muchos, venga ve a dormir y mañana me preguntas lo que quieras.
- ¡Vale! ¿Vas a ser mi amigo?
- Si.
- ¡Yupi!
Muerte arropó a April y ella se quedó dormida. A la mañana siguiente April se levantó muy conteta, preparó la mesa del desayuno y puso tres cuencos.
- April, mi amor, ¿por qué has puesto tres cuencos? - Preguntó la anciana de las galletas.
- Para mi nuevo amigo. - Muerte estaba ahí como le dijo a April, pero la anciana no podía verle.
- No le digas que me llamo Muerte. - Le dijo a la niña.
- ¿Por qué?
- Porque es un secreto y los amigos no cuentan los secretos. - Le explicó Muerte.
- ¿Con quien hablas April?
- Con, con, ¡con mi amigo!
- Pues dile a tu amigo que coma rápido que llegarás tarde a la escuela.La anciana siguió el juego a la niña pensando que su amigo simplemente era producto de la imaginación de la pequeña, pero aaaay, que equivocada estaba.
Muerte la acompañaba a todos lados, eso si, sin dejar de hacer su trabajo, no se como lo compaginaría, osea, ser la muerte y tener tiempo para una niña, no debe de ser muy fácil, no se como lo haría, lo que si se es que él estaba ahí, protegiéndola.
Un día un matón del colegio amenazó a la peque, ya no tan peque tendría que se yo, ¿9 años? Con la mala fortuna de que su protector era muerte. En el intento de arrebatarle la merienda, muerte dejó ver su guadaña ensangrentada tras la espalda de April, el niño asustado salió corriendo, mientras lloraba y gritaba de terror, lo que llamó la atención de los profesores. Estos regañaron a April, pero ella, como era normal, no entendía lo que había sucedido. Intentó explicar que ella no había echo nada, que había sido su amigo, lo que la llevó a tener más problemas y acabar en un psicólogo infantil. Allí la intentaron hacer ver que su amigo no existía, que era malo y que era un producto de su imaginación, pero ella no entendía nada, le veía tan claramente, ahí de pie, le podía hasta tocar, ¿cómo no iba a ser real? Muerte estuvo ahí con ella un tiempo, pero ante esta situación decidió que lo mejor para ella era marcharse. Y así lo hizo, un día de repente igual que apareció desapareció, no estaba ahí, al lado de April por la mañana.
Ella sentía un vacío sin su amigo, había estado ahí desde que tenía uso de conciencia, ahora se sentía sola. Poco a poco fue pasando el tiempo y mientras April crecía, su vacío menguaba y cada vez estaba más segura de que todo fue un producto de su imaginación. Muerte mientras tanto la vigilaba desde el otro lado, el inframundo. Cuanto más segura estaba April de su inexistencia más muerto se sentía, o al menos más de lo habitual, así que al igual que ella Muerte decidió olvidarla, porque el no poder estar con ella, el no poder hablarla, le hacia sentir vacío, más vacío de lo que estuvo toda la eternidad, así que lo mejor para ambos sería olvidarlo, ella dejaría de estar loca, él podría centrarse en su trabajo, todos salen ganando ¿no?
Continuará...
O no, depende de ti.
¿Queréis siguiente cap?

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Hasta que la muerte se enamoró
ParanormalEste libro cuenta la historia de una niña hermosa que no debería haber nacido, hija de un padre no muy común quien le dota de extraños poderes que la llevan a entablar una amistad con Muerte y quien sabe si en algún futuro no muy lejano algo más. 22...