El hombre que sonrie

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  — Bueno mini Punk, tu madre (quien también es una Punk) te a dejado a mi cargo y yo, como buena niñera te enseñare los pasos a seguir si te llegaras a perder— Decía animada Undyne colocándose una corbata azul de... ¿cuero? bueno, como sea, Goudy solo la miraba con curiosidad

— Bueno, el primer paso para  que alguien te encuentre es perderte— Decía con toda seguridad—  Así que, piérdete, shu shu— Con sus manos la invitaba a que saliera corriendo por las calles de La Zona, Goudy lo pensó por un momento  

  — Ya que...— Se encogio de hombros y salio corriendo divertida, hasta que la mujer pez ya no la encontro con su vista

— ...— Todo en silencio— Esperen, ¿primero no debia decirle que me llamara con el telefono que se me olvido darle?  

...

Goudy llevaba 15 minutos caminando sin ningún rumbo, realmente no se hallaba perdida pues sabia perfectamente donde quedaba su casa. Pero, aunque Undyne fuera divertida no tenia ganas de seguir su ideas de "Como pelar fruta con una lanza".

Estuvo un buen rato siguiendo un sendero de piedras hacia un parque que se hallaba completamente solo, despues de todo, todos los monstruos trabajaban a esa hora.

¿No?

Fue así como al llegar al centro se encontró con un hombre de cabello blanco, chaqueta azul y piel pálida, pero lo que mas destacaba en él era esa sonrisa de dientes que no podía quitar a pesar de no estar de humor para nada gracioso.

  — Deja de molestar bro...— Le susurraba al aparato que tenia en mano, la cual se encendía cada vez que le daba al botón de colgar repetidamente

— ¿Es usted un mostruo verdad?— Hablo con voz suave la niña, aunque de igual forma el hombre se sobresalto

— Amm, seh— Intentaba sonar tranquilo, pero cuando vio de quien se trataba no pudo evitar ponerse nervioso

— ¿Porque esta aquí solo? — Pregunto con inocencia

— Eso debería preguntarte yo a ti pequeñaja, donde esta tu madre— Le interrogo aun con la sonrisa a pesar de su tono, ella negó

— Trabajando, la señorita Undyne me dijo que me perdiera y eso hice yo, ¿Porque siempre sonríe?— Ataco, Sans se encogió de hombros mas relajado volviendo a su posición de me vale todo.

— Porque no tiene sentido estar triste, una cara larga no cambiara nada a tu alrededor— Se limito a decir con desgano

— Oh, ya veo, tiene razón. A mi los niños del orfanato me ignoraban, pero aunque lloraba seguían sin prestarme atención— Se sentó al lado del albino

  — ¿No eres hija de Fri- ejem la princesa Dremmurr?  

  — Si lo soy, pero ella me dijo que me tuvo que dejar porque no podía cuidarme y...— La niña se tapo la boca de repente—  Oh, lo lamento se suponía no debía revelar eso, por favor no le diga nadie— Le rogó dejando ver su brilloso ojo derecho, pero lo dejo cuando noto que empezaba a nevar

— No te preocupes, congelare mis palabras—Goudy rio por el mal chiste, hasta que de pronto se levanto y lo miro entusiasmada

  — ¡Oh! ¿Usted era uno de los mostruos de la guardia real verdad?— 

  — Uh, si, ¿Como lo sabes niña?— Le extrañaba que una niña lo supiera, después de todo al día de hoy ningún monstruo ejerce sus antiguas profesiones por obvias razones

— Lo leí en un libro de mi casa, usted es un esqueleto, ahora me acuerdo que los esqueletos eran guerreros

— Oh si, pero eso fue hace mucho, ¿Porque?

Familia Instantánea| Sans x Frisk |AwardsTale2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora