Mi violador - Austin Mahone y Tú

CAP. 15 "ERAS, PRECIOSA"

Austin: Mi vida, ¿Sí o no?

Yo solo vi esos hermosos ojos color hazel que me derretían, podía sentir como las mariposas de mi estómago se esparcían por todo mi cuerpo, estaba tan enamorada, tanto como el primer día en que lo vi.

Tu: Si Austin, si quiero ser tu novia.

Austin no respondió, solo acerco su rostro al mío, puso su mano en mi mejilla y cerro el poco espacio que había entre los dos.

Pude sentir sus labios sobre los míos, no era un gran beso, pero estaba lleno de amor.

Los dos teníamos los ojos cerrados y de repente pude sentir como el juego se volvía a mover pero no le preste atención, solo estábamos él y yo, nada más me importaba.

Cuando abro mis ojos veo que Austin los abre con lentitud y pega su frente a la mía.

Austin: No seré el mismo tonto de antes, juro que nunca te dejare.

Yo no respondí porque en ese instante sentí miles de flashes sobre nosotros, volteamos y vimos que ya estábamos en el inicio del juego y que el beso lo habían visto ellos.

Tu: Vamos Austin.

Austin se paró, tomo mi mano y empezamos a correr a toda prisa, sentíamos que ellos nos seguían así que al llegar al auto, nos subimos y Austin arranco con rapidez.

Austin: ¿Tienen que arruinarlo todo?

Tu: Tranquilo Austin, no te frustres por eso.

Austin: No te ofendas linda, pero hablas un poco como mi madre.

Tu: Pues es obvio, yo también soy madre, madre soltera.

Austin: Ey! Eras, ahora somos una familia.

Yo solo sonreí y después suspire, me recargue contra el asiento y sentí como Austin apretaba mi mano, yo solo lo voltee a ver, y había parado el auto frente a la playa.

Tu: ¿Qué hacemos aquí?

Austin: Ya verás amor.

Austin salió del auto para luego acercarse a mi puerta y abrirla con lentitud, cuando baje él puso sus manos en ms ojos.

Tu: Ay, Austin quítalas!!!

Austin: No linda, tranquila.

Austin empezó a caminar guiándome a la vez, yo solo sentía como mi corazón latía con más rapidez.

Austin: ¿Estas lista?

Tu: Si...

Él quito las manos de mi rostro y solo vi asombrada.

Era como nuestra primera cita, en la arena había una mesa redonda con un mantel blanco, encima dos platos y dos copas y en medio una hermosa vela roja.

Yo solo sonreí, era idéntico.

Tu: Austin, esto es... es

Austin: Como nuestra primera cita.