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"... I know you probably have a man, but if happen that you're unattached"

 El parque estaba vacío.

Cassie sabía que tenía que esperar algo así ¿Alguien interesándose en ella? ¡Imposible! Mucho más si se trataba de alguien tan talentoso como aquél chico. Suspirando, guardó sus manos en sus bolsillos, y encaminándose hacia Sally’s, decidió que no perdería la costumbre por un estúpido chico que la había engañado. Joder ¿Cómo había llegado a ser tan crédula? Quiso golpearse, pues ella había prometido que no se ilusionaría jamás.

Entró en el café con la cara apagada por el frío, inmediatamente tomando asiento en el mismo lugar que siempre… pero esta vez había algo más ahí. Sobre la tabla había unas rosas de color crema, con las puntas de colores rosas y sus variables. Junto a ella, había una pequeña carta, y Catie, que parecía ya no faltar nunca, llegó con un plato de galletas y chocolate caliente de espuma extra: ¿Qué sucedía ahora? Tomó la carta, sorprendida de que ya no viniera en verso.

“Querida chica del té:

Perdona mi ausencia este día en el parque, pero las situaciones se han salido de control; mi madre ha enfermado, y mi hermana ha tenido una urgencia que le impidió cuidarla. Y como el buen hijo menor, tengo que hacerme cargo de mi progenitora ¿Te gustan las flores que te he dejado? Han sido las más hermosas que he encontrado, y aunque no tengan ningún parecido a ti, me recordaron a tu ser, pues eran las únicas en toda la florería. Hoy decidí darte galletas y chocolate caliente con espuma extra ¿Te ha gustado, cierto? Me encanta la crema, sobre todo cuando deja rastro sobre los labios, pues así parece que tienes un bigote al estilo Santa Claus ¿Eso suena demasiado infantil? Debo suponer que sí, pero, como decía, lamento no haberme encontrado ¡Ansiaba conocerte mejor!

Por otro lado, debo admitir que tengo cierto miedo ha internarme en tu ser; sé que probablemente estés ocupada por algún chico de buen porte y lindo cabello, alguien con ojos brillantes y facciones tiernas: no con alguien como yo. Sin embargo, aún no pierdo las esperanzas, pues, según las personas “La esperanza es lo último que muere”

Sinceramente:

The lovestruck guy”

Una sonrisa inevitable apareció en sus labios, y sin poder pararlo, se cuestionó ¿Qué significaba ella para aquél? Suponía que no tanto, pero era adorable el pensar que, por lo menos, se había tomado la molestia de mandarle flores y una buena excusa. Suspirando, comenzó a comer con lentitud, sin siquiera saber qué o cómo sentirse acerca de aquello. 

lovestruck » c. h.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora