Mirada verde

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Antes de abrir los ojos lo supo, lo tenía muy en claro y aun así cuando los abrió y no la encontró... lloró. En verdad lo hizo, golpeando con fuerza el colchón y causándole un gran sus al pobre ciervo, pero ¿qué más daba? ¿En verdad había mantenido la esperanza hasta el final? Lua no se iba a quedar, era una tonta, loca y sin corazón, una hija de puta que...

Abrazó con fuerza la almohada, queriendo rugir del dolor que le estaba partiendo el pecho a la mitad, pero no lo haría. Ella no lo valía. Lua se merecía cualquier cosa menos algo de él, ya no iba a luchar más ni intentar que lo viera, que le notara como él la notaba a ella.

Se daba por vencido.

Se levantó de su cama para tomar una ducha y cambiarse rápidamente, al salir tomó una pequeña maleta y equipo lo necesario: cuatro cambios, el cargador de su celular y dos pares de tenis. Salió de su casa, dirigiéndose a la oficina de Justice y agradeció el encontrar ahí a Trey, ambos adultos le vieron confundidos, pero no le importó.

— Quiero tomar el puesto. – anunció en voz alta, Justice abrió los ojos sorprendido. – Voy a dejar la ONS para poder hacerlo.

— ¿Seguro? – Trey frunció el ceño. – Ir al campo no es a lo que estás acostumbrado, además de que es peligroso.

— Lo sé.

— Se pelea con humanos, Deo, es una guerra. – Justice observo la maleta antes de volver a verlo a los ojos. – Tomaste ya la decisión, ¿cierto?

— Quiero ir.

— ¿Por qué? Apenas ayer seguías entrenando con nosotros y...

— Trey, entiende, no voy a seguir tolerando que me traten como un puto loco cada vez que pise el ring. – bueno, realmente nunca le había importado, pero según Dora debía de enfadarse por eso así que se agarraría de ahí. – Quiero poder pelear con mi fuerza total sin tener que usar un patético bozal.

— Tus ojos. – Justice se levantó, dirigiéndose a él con el ceño fruncido. – ¿Qué ha pasado?

— Nada.

— ¿Cómo que "nada"? Tienes los ojos verdes, ambos, y...

— Desde hace meses son así, que no los haya mostrado es muy diferente. – dio un paso atrás. – Quiero salirme de la ONS para poder ser yo, poder pelear como soy realmente. No quiero lastimar a alguien que aprecie.

— Deo, tuviste que habernos dicho de esto. – Trey soltó un suspiro. – Te cambiare de inmediato al equipo de rastreo, ellos salen en dos días y podrás ser tú, aunque nunca has dejado de serlo en realidad.

— ¿Esto tiene algo que ver con una hembra? – cuestionó la pantera.

— No, esta decisión es por lo imbécil que fui.

— Bien, en ese caso vuelve a tu casa y en dos días podrás irte, despídete adecuadamente.

— Lo haré.

— También pasa al centro médico, quiero una prueba de sangre antes de que te vayas. Necesitamos saber el porqué del cambio de color de tus ojos.

No respondió con palabras, solamente asintió y salió del lugar. Dos días, debería seguir ahí por dos días, tal vez lo mejor sería no salir de su casa. Se encerraría y que todo se lo llevara el diablo.

Se detuvo abruptamente, volteo sobre el hombro y miro la gran resistencia para machos; le había hecho una promesa a Lua y como diría Demmon: "Las promesas no se rompen".

Deo (Fanfic Nuevas Especies #13 )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora