|2| Mami, enciende la luz

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Emma se encontraba en su habitación, hace casi ya un mes había salido del hospital, y ya era momento de que le quitaran las vendas. El doctor entró al cuarto de la niña, acompañado de Francisco, Patricia, Gabo e Israel. Joel se encontraba recargado en el marco de la puerta, observando a su pequeña hermana.

-Hola, Emma. ¿Cómo estás?-Saludó el doctor.

-Hola, pues estoy bien. Tengo a mimi aquí.-Abrazó a su muñeca y sonrió. Vaya que si era una ternura de niña.

-Muy bien, Emma.-El doctor se acercó a la cama y se sentó.-¿Sabes contar?-Preguntó.

-¡Sí! ¡Joel me ha enseñado!-sonrió.-Pero me regaña cuando me salto algunos números.-Hizo puchero.

El doctor rió.-Escuchame, Emma. Te quitaré los parches, contarás hasta 10 y abrirás los ojos, ¿de acuerdo?-Emma asintió. El doctor miró a los padres y éstos le sonrieron. Todos sabían que Emma había perdido la vista, pero no querían molestarla con la noticia. Pensaban que era para su bien.

El doctor quitó los parches, y Emma contó hasta 10 tal y como le indicaron.  Al abrir los ojos, y no ver nada. Emma habló.

-Mami, enciende la luz. No te veo.

A Patricia se le formó un nudo en la garganta al escuchar eso, le dolía, a todos les dolía el hecho de que Emma perdiera la vista.-Papá, ¿dónde estás? Esta muy oscuro, no veo nada.-Francisco se acercó a su hija y besó su cabeza.

-Mi amor...estoy aquí.-Acarició su mejilla.

-No te veo.... ¿Dónde están mis pimientos?-Vio a todos lados queriendo buscar a sus hermanos, pero simplemente no lo lograba...era imposible.

Francisco les hizo una seña a Israel, Joel y Gabo para que se acercaran a su hermana.

Emma al sentir la presencia de sus hermanos, acarició el rostro de ellos. Solía hacerlo a menudo.

-Falta Joel, ¿dónde está?-Los presentes en el cuarto se vieron unos a otros por la reacción de Emma. Joel indeciso se acercó y Emma sonrió.-Joey, tú no mientes, dime la verdad. ¿Por qué no puedo verlos?-Habló Emma tierna y tranquilamente. Joel vio al doctor y luego a sus padres, el doctor le susurró que era necesario que lo supiera y Joel asintió.

-Emma, tú...-Suspiró limpiando sus lágrimas.-Tú te quedaste sin luz en los ojos. No puedes ver, hermanita.-Emma hizo cara de confusión y se quedó viendo en dirección a la pared, Joel tomó su mentón e hizo que lo viera a él, aún sabiendo que no podía.

-¿Eso significa que estoy...ciega?

-S-s-si.-Sollozó Joel y abrazó a su hermana con fuerza. A Emma le causó confusión la noticia, le dolía, es obvio, pero no lo tomó a mal, era una niña de 7 años y aún no entendía todo completamente.

-Emma, tienes que estar en reposo unos cuantos días. Si vas a andar por la casa, hazlo con cuidado y toma tus precauciones. ¿de acuerdo?-Indicó el doctor y Emma asintió.-¿Puedo hablar con ustedes un momento?-El doctor se dirigió a los padres y éstos asintieron. Seguido de eso, salieron del cuarto de Emma dejándola con sus hermanos.

-Pimienta...-Habló Israel.-¿cómo te sientes?

Emma rió por el apodo que sus hermanos le habían puesto.-Estoy algo triste. No los veo.-Los chicos abrazaron a Emma.-Prometanme algo trío de pimientos...-Se separaron del abrazo y vieron a Emma.-Prometan que a pesar de todo, estaremos unidos y no nos vamos a fallar. Siempre seremos los 4 contra el mundo.

-Yo Israel Pimentel De León, prometo todo lo que dijo Pimienta 4.-Todos rieron.

-Yo Gabriel Pimentel De León, prometo lo que dijo Pimienta 4 y Pimienta 2.

Joel se quedó callado. Los demás esperaban su repuesta, pero se negaba a decir lo que sus hermanos. Gabriel le dio un codazo, Joel rodó los ojos y habló.

-Yo Joel Pimentel De León, prometo lo que dijo Pimienta 4, Pimienta 2 y Pimienta 3.

-¿Entonces esto es una...?

-¡Promesa de Pimientos!-Gritó eufóricamente Israel, sus demás hermanos se asustaron y Emma le pegó en la cabeza.

-Más bajito, tonto. Serás despedido si sigues así.-Advirtió Emma. Israel se sobó donde fue el golpe.

-Si, lo siento jefa.-Israel se siguió sobando, Gabo y Joel mordían su labio aguantando la risa, pues si lo hacían, perderían el puesto asignado por Emma, ya que en el "Pimientos Squad" todos tenían un papel, y el de Emma era ser la jefa.

-Muy bien... tengo hambre.-Habló pimienta 4, pero nadie se movía.-¿Qué esperan? ¡vayan, traiganme algo! ¡es para hoy!-Los chicos se pararon rápidamente chocando entre sí y Emma rió.

-Abusas de nuestra nobleza.-Gabo se colocó una mano en el pecho en señal de estar dolido y los 2 chicos asintieron.

-Yo los amo.-Sonrió Emma.-Pero si no van ahora estarán en problemas con Blue.-Volvió a sonreír maliciosamente y los pimientos salieron corriendo alarmados, no querían ver a Blue, el perro de los Colón. Los vecinos de Emma.

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⏰ Última actualización: Dec 21, 2017 ⏰

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Sin Tu Mirada | Richard Camacho |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora