capitulo 3

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Comence  a escribir los deberes que el profesor comenzó a copiar en la pizarra.

- No me has dicho tu nombre.

- No me molestes Arion- dije tratando de no desconcentrar me.

- Bien como tú digas señorita amargada.

- Si, como sea ve a jugar un perro lobito.

- ¿Como sabes eso?- dijo sorprendido.

- Hueles a perro mojado, se nota que te metiste a la ducha hoy.

- Tienes el olfato muy agudo.

- Solo......cállate- dije cuando termine de copiar los deberes.

Cerré mi cuaderno de química. Puse mis brazos sobre la mesa y metí mi rostro en ellos.

- Pero qué sueño- susurré para mí misma- oye Arion ¿Me haces un favor?

- Si claro, tu solo dime y yo lo haré.

- Que obediente perrito- dije haciendo una sonrisa.

- shh- dijo tapándome la boca- cállate que alguien se puede dar cuenta.

- ¿De que? ¿Te refieres a que eres un hombre lobo? Pf, tranquilo no le diré a nadie.

- Tu...... Chica que no conozco, ya podrías callarte y no volver a mencionar que soy ya sabes que.

- Bueno como tú digas, lobito- me comenté a reír demaciado bajo- ¿A qué has venido a esta escuela lobito? ¿No es cierto que existe una escuela para hombres lobo?

- Si, pero estoy buscando a alguien.

- ¿Quién?

- Eso no es de tu incumbencia.

- yo solo preguntaba- dije volviendo a esconder el rostro en mis brazos- ¿Es un hombre lobo como tú?

- No, es una chica totalmente ordinaria.

- Entonces ¿Para que la buscas?

- Le hice una promesa hace 9 años, y luego fue secuestrada.

- Bueno, un chico como tú no debería estar buscando a una chica como ella hasta el fin del mundo. Si esto fuera una película. ¿Quién crees que sería el protagonista?

- No se.

- ¿Como es ella?

- Es de mi edad, más o menos mi altura de cabello negro y ojos azules, como tú. Claro eso fue cuando eramos niños quién sabe cómo es ahora.

- Espero tengas éxito en tu búsqueda- dije bostezando- respecto al favor del que te hable....

- Claro dime- dijo interrunpíendo me.

- Ya no lo nesesito, pero gracias por ofrecerte.

Dije mientras miraba que el profesor comenzaba a inspeccionar que todos terminarán de copiar, mire el cuaderno de aedion y me di cuenta de que solo había escrito la primera pregunta.

- Dame eso- dije mientras le arrebataba su cuaderno para escribir las preguntas.

- No creo que.....- las comence a escribir lo más rápido que pude, y con la mejor letra que pude y termine justo a tiempo, a dos escritorios de nosotros.

- Listo, has como que no hice nada- dije devolviendo le el cuaderno.

- Eres increíble- dijo mirando la letra que quedó muy bien a mi parecer.

- Muy bien Arion la letra está muy linda- dijo el profesor revisando el trabajo de Arion.

Luego reviso el mío en silencio. Tocaron la campana para poder salir a comer el almuerzo. Camine lentamente a la cafetería.

- Oye tú.....chica desconocida- escuche a mis espaldas. Me di la vuelta encontrando la mirada de Arion- llévame a  la cafetería por favor- solté un suspiro.

- Está bien- lo tome de la mano y comencé a caminar a la cafetería- eres muy tibio- dije sintiendo el calor acogedor recorriendo mi cuerpo

- Si, yo soy hijo de el sol. Al menos eso es lo que dice mi padre- dijo con la cabeza gacha.

- ¿Eso te recuerda a esa chica de la que hablas?

- Eso no te tiene que interesar, tú no sabes nada sobre ella. Y el echo de que no puedo ignorar el gran parecido entre tú y ella es demaciado difícil para mi- lo solté en seco.

- ¿Insinúas que yo soy ella?

- Es solo que su mano siempre estaba fría, incluso sus labios se mantenían fríos y su cabello. Su cabello siempre claro a la luz de la luna llena- comenzó a llorar- dime ¿Como te llamas bella hija de la luna?

- Soy....soy Lirion Moon- sus ojos comenzaron a brillar. En sus ojos no había rastro de duda, solo un revoltijo de sentimientos, amor, tristeza, felicidad, culpa, necesidad y muchos más que no podría nombrar, muchos tan desconocidos para mí.

Tomo mi brazo y me halo hacia el, mi cuerpo se tensó al tocar el suyo. Tomo mi rostro levantandolo lo suficientemente serca como para poder  sentir su respiración. Me miró a los ojos y dijo:

- Te encontré mi luna llena- dijo tan serca de mis labios podía sentir su  sabor. Acabo con el poco espacio que quedaba entre sus labios y los míos, sellando los con un tierno beso.

Noche de lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora