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El mundo de Toshinori se detuvo para centrarse en las sensaciones que esa voz le brindó,un adolescente de negros mechones se impuso otra vez.

—¿Estás bien?

Su sistema nervioso bailaba en las palabras del chico,disfrutando cada letra como una melodía;una sensación eléctrica que extrañamente no pensaba abandonar.No podía hablar,su garganta se tensó por la impresión,atinó a asentir y levantar su tembloroso cuerpo para emprender su camino.Todavía sin palabras,empezó a avanzar en dirección contraria del más bajo.

Había pasado tiempo desde que tuvo emociones como esa,por lo tanto la confusión abundó en su cabeza la gran parte del día.

¿Olvidó algo durante su vida?O mejor dicho,¿a alguien?

¿Simplemente era casualidad por su torpeza?

Metió un trozo de pastel a su boca,sintiendo el dulce en su paladar,luego un hueco de incertidumbre en su estómago,no estaba dispuesto a tener duda,sin embargo no tenía la valentía para preguntar.

¿Por qué ese joven estaba tan presente en su cabeza?

La jornada siguiente transcurrió lentamente, tenía la esperanza de encontrarse con el chico dueño de sus pensamientos,debían tener un encuentro,ya fuera de casualidad o alguna estupidez provocada por el rubio.

Una vez que el timbre sonó indicando el final de la jornada escolar,corrió por todos los lugares del recinto.

Si tan sólo supiese su curso o nombre todo sería muy diferente.

Inconsientemente Toshinori llevó sus pensamientos a los oscuros cabellos del chico,en acariciarlos;luego pensó en la diferencia de estatura,quizá se llevaban por unos 30 centímetros o más,así que abrazarlo definitivamente sería la perdición para él.



—¡SHOUTA!

Hizashi gritoneó en el oído del contrario,este último se exaltó,dejando de lado la ventana que estaba observando y lo miró con desgano.

—¿Qué quieres?

—Estás distraído.

—¿Sí?.-regresó su vista a la ventana.

—¡Oh vamos!¡reacciona!

—Déjame en paz.

—Que agresivo.-resopló y se acomodó en la mesa.—¿Se puede saber al menos por qué estás así?

Yamada también miró la ventana,Shouta estaba mirando su reflejo y bufó.

—Mira a ese chico,está desesperado.-señaló a un chico que corría de un lado a otro,empezó a reírse.

—Dios...- se asombró cuando en el campo de visión apareció él,caminaba con firmeza y sus mechones se movían al compás de sus pasos,su marcada figura calzaba perfectamente en ese uniforme;invitando quizá al menor a pecar en su inconsciente.

—Vámonos,Aizawa.

Ya era bastante tarde como para seguir en la escuela,Toshinori estaba rumbo a la salida del recinto;no encontró al chico en todo estos días y sus esperanzas ya se estaban desvaneciendo.Si sólo se le otorgara una oportunidad para volver a verlo.

Escuchó a unos jóvenes murmurar cerca de los casilleros,cuando uno de ellos cerró la puerta metálica,Toshinori sintió que su corazón daba un vuelco.Corrió hacia él.

Era ahora o nunca.

Lo empujó contra el casillero,quedando frente a frente y presionando las manos contra los hombros del chico más bajo.

—Tenemos que hablar.

—¿Quién te ha dado permiso de ser tan atrevido?

El rubio dejó de fruncir el ceño,liberó al contrario del agarre y arregló su uniforme,dejando además sus manos encima de los hombros ajenos.

—Disculpa,no fue mi intención.

—Hizashi,¿puedes irte sin mí hoy?

—Yo...-Estaba a punto de reclamar pero el mayor le miró agresivo.—¡Por supuesto que sí!¡adiós!

Quedaron solos,cara a cara,sus respiraciones son lo único que se escucha y los corazones de ambos laten con fuerza.

—¿A qué se debe este encuentro?

—No he dejado de pensar en ti.

—¿Por qué crees que será?-bufó y acomodó su desordenado cabello,tratando de ocultar su nerviosismo.Yagi le preguntó.

—¿Tú y yo nos conocemos?

—¿Incluso preguntas eso?

—De verdad ya no sé que hacer.

—Pero yo sí.

Shouta en un ágil movimiento cambió los roles,empujando al más alto hacia el casillero,dejándolo acorralado y entrelazando sus manos en un gesto desapercibidamente romántico.Acercó su rostro a la oreja y habló.

—¿Toshinori no te acuerdas de mí?

Hecho en casaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora