Ella

Dejar

- Oh, vamos chi...

- No, no hables. - Le sentencio Zack.

Todos lo observaron, y guardaron silencio. Zack solía ser muy buena gente, siempre de buen humor. No solía expresar mucho sus enojos, por eso eran tan buenos amigos él y Stephen a fin de cuentas. Pero a veces simplemente su paciencia se colmaba, y esto Stephen lo sabía a la perfección. Su voz firme, sin deslices. Le recordaba a un padre cuando simplemente se decepciona. Así que Stephen hizo lo que parecía mas conveniente, guardar silencio hasta que Zack decidiera qué hacer al respecto. Se levanto y se acomodó en su lugar. Y pocos segundos después, ya lejos de aquel oficial, Zack empezó a desacelerar nuevamente y orillarse.

- Zack...

- No, nada de Zack, es que... En serio Stephen, ¿que no sabes cuándo debes callarte? - Zack estaba realmente molesto.

- Si, lo sé...

- NO! No lo sabes! ¿Sabes lo que hubiese pasado si ese oficial hubiese decidido bajarnos sin más y revisar el auto!?

- Si pero...

- ¿Si? Pues no lo parecía Stef! Dios!

- Lo siento. - dijo Stephen al final. Zack solo lo observo, respiro profundamente, bajó la mirada y finalmente sonrió.

- Dios! Estas estúpido Stef! - Dijo Zack entre risas. Y todos los demás le siguieron, era como magia, ver a Zack reírse luego de algo así rompía la tensión por completo. - ¿Te imaginas si hubiese encontrado la Maria?

No eran unos adictos ni nada de eso, no era mucho lo que portaban, pero eran solo chicos, en su mente con solo tener una escasez era suficiente para temer por una cadena de muerte. Casi nunca la consumían, principalmente los chicos, Clair en su vida se atrevería a ello. Pero igual siempre la cargaban por la probabilidad del "por si acaso". Igual y ante todo esto, todos estaban entre risas.

- Olvídate de eso! Yo pensé le diría a Stef se bajara porque le iba a romper los dientes. - Dijo Mike entre carcajadas.

- Si, hubo un momento en que me quedó viendo a mi y luego vi cuando vio a Stef y tal cual era como "Deos, lo odia!" - Clair, que hermosa risa.

Zack finalmente lo golpeo al son de un "Ay si estúpido" de manera muy burlona y "fresa" como dirían; y todos le siguieron al juego. Hasta que se convirtió en un revoltijo de golpes. Todos a por Stephen, quien logro dar algunas patadas a Mike y Zack. Clair salió ilesa, como siempre.

- Anda Zack, ¿entonces me perdonas? - Dijo Stephen abrazándole desde detrás del asiento mientras este solamente reía.

- Si, ya, suéltame.

- ¿Se imaginan el día en que finalmente Zack decida no perdonarle a Stef? - Pregunto Mike

- Todos morirán! - Exclamó Zack maquiavelismo.

- No, peor. - Empezó a decir Clair mientras Stephen volvía a acomodarse en sus piernas. - Imagínense el día en que Stef decida no pedirle disculpas a Zack. - Dijo estallando en risas.

Claro, Stephen siempre se disculpaba con Zack, era su mejor amigo desde hace muchos años, no lo abandonaría. O eso se creía. Aunque, al final, Clair no estuvo tan lejos en su imaginación. De vez en cuando se giran las tornas.