-¿Y Penny? -pregunto al volver de la cocina con una taza de té en la mano.
Baz me mira.
-Ha salido- dice mirandome con los ojos brillantes.Dejo mi taza de té encima de la mesita que está delante del sofá dónde él está sentado.
-Baz...-murmuro y extendio mi brazo hacia él.
Creo que mis ojos también brillan, pero los míos lo hacen con lujuria.
Él alarga su brazo hacia mí hasta coger mi mano y entrelazamos los dedos.
-Baz...-vuelvo a murmurar mientras me estira hacia él y me obliga a acercarme.
Clavo una rodilla en el sofá, al lado de sus piernas.Él levanta la vista hacia mí y humedece sus labios.
Clavo mi otra rodilla en el sofá, al lado de su otra pierna y me siento en su regazo. Con mi mano libre, acaricio si sedoso y repeinado pelo negro y le abrazo.
Bajo mi mano desde su pelo hasta su pecho, pasando por su cuello y su clavícula.-Baz...-susurro esta vez cerca de su rostro.
Mi rizado pelo rubio le acaricia la cara.Acerco mi boca a la suya.
-¿Te quedas a dormir?-pregunto lo más seductoramente que puedo.Él me mira, lleno de deseo y me besa como respuesta afirmativa.
Se olvida de mi boca y besa cada una de mis pecas, aunque tenga que bajarme un poco el jersey por los hombros para hacerlo.
Sus colmillos rozan mi piel y lo dsifruto.-Estrenaremos la cama- digo como puedo y él me mira antes de besarme apasianodamente de nuevo.