¿Soy Una Shadowhunter?

Capítulo 29

A la mañana siguiente me puse aún peor, no paraba de sudar y no podía ni conmigo misma, tuve que confiar en Izzy y decirle lo que me sucedía, ella me estaba cuidando

-¿quieres que traiga a Alec?- me preguntó

-no, él esta con Jace, no quiero que lo deje soló por venir a cuidarme- le dije

-Beth...- dijo pasando un trapo mojado por mi frente que inmediatamente aparté

-no, eso quema- le dije y me levanté de mi cama -¿nadie más sabe sobre esto verdad?- le pregunté

-no, creen que tienes gripe, tranquila, no le diré a nadie- me dijo

Su celular vibró y ella lo revisó

-hubo un ataque en un bar- me dijo

-ve, tranquila, estaré bien- le dije

-no, no pienso dejarte sola- me dijo

-Isabelle, estaré bien, tienes que ir- le dije de nuevo

Ella suspiró y caminó hacia la puerta

-llámame si necesitas algo, vendré enseguida- me dijo y se fue

Cuando salió de mi habitación volví a sentarme e intentar controlarme, me sentía muy angustiada no podía con todo esto.

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Luego de un rato el dolor se volvió aún más insoportable, así que me arreglé un poco y fui directo al departamento de Raphael.

Llegué y el vampiro que estaba de guardia me dejo pasar

-Raphael- lo llamé y me miró

-Irazebeth ¿qué haces aquí?- dijo caminando hacia mi

-lamento haberme enojado contigo, sé que solo querías salvar a tu gente- le dije

-no es seguro para una Shadowhunter estar aquí de noche y sobretodo si buscas veneno de vampiro- me dijo y se giró

-Raphael, creo que si me muerdes un poco, con el tiempo necesitaría menos...- dije tomándolo del brazo

-no, esto no funciona así Irazebeth-

-¿por qué no? Podemos controlarlo, juntos- le dije

-deberías irte- me dijo y caminó hacia su habitación

-no, espera- le dije caminando detrás -¿qué quieres de mi? Te daré lo que sea...-

-quiero que te vayas- dijo girándose hacia mi

-solo te pido un poco, sé que quieres- le dije acercándome a él para provocarlo

-no pienso hacerlo, Irazebeth- me dijo resistiéndose

Le pegué en su pecho, empujándolo con enojo

-¡¿Así es como me tratas cuando más te necesito!? ¡Creí que te importaba, pero ya veo que no!- le grité muy alterada

-es por que me importas- me dijo -no debí dejar que lo probaras-

Muy desesperada saqué una de mis pequeñas espadas y puse la punta en su pecho, justo en su corazón

-Irazebeth- dijo mirándome con algo de pena

Mi mano me temblaba y por ende la espada también, lo miré unos segundos y terminé por dejarla caer

Suspire y pase mis manos por mi pelo para después salir corriendo de ahí lo más rápido que mis botas me dejaban.

Llegué aun callejón en donde se suponía que iba a haber vampiros, pero no encontraba a nadie.