Enorgullecete De Lo Que Pronto Morirá.

SINOPSIS UNO

-... Estoy empezando a desesperarme...
Hundo los dedos en mi cabello, siento que el aíre se me va y solo quiero sacarlo todo, sin considerarlo siquiera me giro y lo golpeo, pero siento que no es suficiente. Aunque la verdad sea que mis puños me hacen más daño a mi que a él mismo.

Y comienzo con algo que me será imposible de parar, eh abierto las puertas del infierno. Aquí habrá una guerra...
Pero jamás será suficiente... Jamás.
Todo de mi ah despertado, mi cuerpo me pide más.

Detrás mío ella espera...
Allí está, inmóvil, puedo escuchar a cada engranaje de su cerebro moverse para procesar lo que está presenciando.

Al incorporarme, veo que mis puños están teñidas con la sangre de ambos.
- Dejalo por favor - Dijo calmada, con los ojos cristalizados y perdidos.

Volteo en dirección a ella montándose así mi bestia interior. La miro con odio, rencor, repudio, y mil sentimientos más. Aunque me duele, verla así tan débil, eh indefensa siento ganas de abrazarla y cuidar de ella.
Al ver sus preciosos ojos a los que ella me habia acostumbrado, puedo ver el terror que vive. Tiene miedo, tiene miedo de mí.
-¿Y cómo no lo tendría?... Tengo un aspecto de temer.

Veo mis manos y las limpio en mi chaqueta, mientras siento orgullo ante mi azaña. Humedezco mis labios con la puntilla de mi lengua, y siento la necesidad de decir algo que empeore más las cosas. Para asi hacerla sentir culpable.

-Puedo notar que claramente no entiendes mi punto, tratas de empeorarlo todo, quieres en parte "Hacer ver que toda la equivocación fue mía", pero no es así.. Te eh dado más que a nadie... Y no puedes apreciarlo. Te da por igual. No te importa. Creo que sientes desesperación por irte, si es eso, no dudes que puedes hacerlo.
Puedo tolerarlo sin que lo sepas.

De pronto. Siento unas ganas desesperantes de romper en llanto.

- Siempre crees que sabes todo lo que pienso. Pero te diré algo, no puedes saberlo. - Dijo y acontinuación las lágrimas se hicieron notar- No espero que lo entiendas cariño, ya no espero que nadie lo haga.

Pero yo también lo hago, no puedo más y las lágrimas que eh estado acumulando todas estas horas me traicionaron y se mostraron ante la única persona que no me había visto mostrar un gesto de debilidad jamás. - Me preguntaba si tú estabas igual que yo en estos momentos. Con recuerdos que descienden de los ojos. Ojos que morían por volver a verte...

Ella viene hacía mí, roza sus labios rosados contra los míos. Puedo verla cerrar los ojos y meditar por unos minutos. Luego se esconde en mi pecho.
-Ella me suelta.
Ella se va. Y aquí me encuentro. Sucio, Cansado, y herido por la mejor persona que podia haberlo echo. Quiero correr tras ella. Como siempre lo eh echo. Pero esta vez no. Algo lo impide. Esta vez no siento que sea como antes.
Mientras veo su silueta alejarse de mi, puedo ver como ese lazo que me unía a ella se estira hasta romperse y regresar a mi golpeando duro.
Esta vez se va ella, y me voy yo.

Al caminar en sentido contrario, solo puedo susurrar. "No te vallas".