Capítulo V

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Un sonido insistente golpeaba en mi cabeza, todo giraba en mi entorno, el tiempo transcurrió en profundo silencio.

Mis ojos se abrieron repentinamente. Al instante se llenaron por la luz incandescente del sol, al mismo tiempo el despertador sonaba a tope por toda mi habitación.

Lo apague y me recosté.

Al echarle un vistazo a todo, me di cuenta que estaba nuevamente en mi departamento anterior.

Bruno no estaba.

Que era todo esto?

Un sueño?

Me convencí de que todo había sido un sueño. Un terrible sueño. La fecha de hoy marcaba 1 año y dos semanas atrás.

En mi pecho no alcanzaba la alegria de saber que todo aún no pasaba... Pero pronto pasaría.

Me levanté de golpe y me dirigí a mi armario y busqué algo que ponerme.
Estaba totalmente nervioso, por consecuencia mis manos temblaban. Tiré más de una cosa.

Después de ponerme unos jeans y mi camisa azul favorita, me dispuse a ir a donde debería ir.

Llamé a Magy como primera opción.
Le mentí, diciéndole que necesitaba saber donde estaba Marisol, porque me debía dinero y lo necesitaba urgentemente. Al principio dudó, pero término por llamarle, me confirmó que efectivamente de encontraba en su departamento.

Caminé apresuradamente, un auto estuvo a punto de arrollarme.

No Estaba del todo bien, necesitaba concentrarme. Después de tomarme un respiro, me detuve frente a una floreria.

Ahí estaba el inmenso ramo de rosas rojas, esperándome para que su destino al fin sea con Sol y no en un camposanto.

Las compre sin dudarlo, sabía que Marisol se encontraba sola en su departamento, también por información de Magy.

En mi cabeza pasó más de una vez, la cuestión de que si todo se trató de un sueño, una mala jugada de mi mente o realmente sucedió. Pero aún en mi pecho sentía una ligera sensación de dolor y vacío.

Tal vez sólo fue un sueño.

Al llegar al edificio, tuve un extraño presentimiento. Como si todo ya lo hubiera vivido. Mis sentidos se agudizaron, poniendo atención a cada acción que sucedía cerca de mi.

Mientras subía por las escaleras, me daba vueltas los mismos pensamientos, pero ahora terminé con la conclusión de que me estaba volviendo loco.

Me asomé por la ventana, pude ver todo lo que ocurría fuera de mi vida.

Las personas trabajan, caminan por las calles, van de compras o comen algún tipo de golosina. Todo totalmente ajeno a mi. No puede haber en el mundo una ley que de segundas oportunidades. No es posible. La gente que muere no vuelve.
Las personas que se van, no regresan... ¿Que sucedía?

El ramo de rosas que tenía en mis manos, eran tan reales como en mi sueño, pero en el mundo hay millones de rosas rojas. No era real.

Me sentí un estúpido.

En su departamento, tal vez Marisol esta descansando. Es Sábado por la mañana y por lógica seguramente saldría con su prometido.
Si yo voy en este instante y me ve con este ramo de rosas, me diría que estoy loco. No se si realmente ella me dijo que me quiere o fue también parte de mi absurdo sueño.

Me estaba arrepintiendo.

Quería a Marisol, pero en vez de ganármela, la alejaré de mi. O peor, la asustaría tanto que no me hablaría más.

Deja vuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora