EN CUERPO, EN LUZ, EN NADA...

3 1 0
                                    


Hoy no estoy aquí para contaros una de esas historias de terrorsanguinario o un thriller que juega con nuestra tranquilidad y angustias. Hoy estoy aquí para daros a conocer una historia realque, sin ninguna duda, os pode pasar a vosotros, aunque que no mecreáis o me toméis por loca. Solo os pediré una cosa: Cerrad los ojos y poneos en situación... poneos, por unos minutos, en la  piel de Lucas. Dicho esto, vamos allá...


Lentamentese incorporó. El pelo todo revuelto y el sueño tirando de los pesados párpados. Bostezó mientras buscaba las pantuflas tanteando el frío suelo. Fue a la cocina y, como todas las mañanas, preparó el café al ritmo de blues. Pero hubo algo distinto al resto de los pasados amaneceres... Un fuerte dolor de cabeza lo hizo soltar la taza, dejando que se rompiese contra el suelo. Nunca eso pasara. Se asustó, y no por la enorme mancha negruzca que se extendía sobre las blancas baldosas, no...

Quiso recogerla, mas la mano atravesó limpiamente los pedazos de porcelana como si de aire fuese la carne. Miró a su alrededor, sin comprender nada, y en lo que su mirada reparó fue en un ojo. Un gran ojo, gigante, marrón y curioso, que observaba a través de la ventana sin vidrio. Sin pensar en lo que podía pasar, Lucas salió corriendo, pasando a través de las cortinas que hacían de puerta de aquello a lo que llamaba hogar.

Allí,frente a él se veía el cuadrado de cielo, el de todos los días... ¿o no? Mirándolo de vuelta había alguien que no conocía. Alguien colosal, tan grande que solo le podía ver de los hombros para arriba. Se fijó en esa figura. Vio como separaba los labios y, leyéndolos, observó como articulaba la palabra que más temía sobre la faz de la Tierra: borrar.

Sintió un fuerte dolor en la espalda. Se giró y allí vio una flecha blanca, flotando, apuntando directamente a su corazón. Esta lo pinchaba una y otra vez en el pecho, produciéndole la senación de mil agujas heladas hundiéndose en su piel. Palpó sobre su ropa, buscando herida alguna o raja en su camiseta, pero no había corte, ni sangre, ni nada.

Temblando, Lucas comenzó a correr cara ese gran ser, itentando escapar de aquella flecha cazadora, la cual no parecía querer dejarlo ir. Miró al frente y vio a esa figura observándolo impasible. "¿Por qué me haces esto?"

Gritó, gritó con todas sus fuerzas intentando hacerse escuchar, pidiendo una explicación. Queriendo vivir. Pero pronto supo que no iba a servir de nada. Nadie acudía a socorrerlo, estaba solo. Quedaba sin aire, mas quiso luchar hasta el final intentando mantener el paso hasta que ... cayó. Dejara de sentir el suelo bajo los pies y el aire contra sus mejillas. Había perdido toda sensibilidad.

¿Por qué había caído?

Su cara se desfiguró en una mueca de terror. ¡Sus piernas! ¿Qué le estaba pasando? Sus pies eran inexistentes y sus piernas iban desapareciendo poco a poco, deshaciéndose en pequeños fragmentos de luz. Ya no había rastro de los calcetines naranjas y el pantalón del pijama a cuadros se comenzaba a desvanecer...

Quedó tendido en el suelo, rendido. ¿También desaparecería su cuarto? ¿Y los trabajos que había escrito para la clase de filosofía? ¿Y los posters de sus bandas de rock favoritas? ¿Eso también? ¿Se iría... como si nunca hubiese existido?

Dirigió una última mirada a aquel que lo observaba desde el rectángulo celeste. No había expresión alguna en su rostro, nada decían aquellos ojos ante la lenta muerte de Lucas.

Antes de dejar atrás todo lo que conocía, Lucas tuvo un último pensamiento, adornado con una triste y vacía sonrisa:

"¿En qué demonios estaba pensando? Ni que esto fuese una sorpresa... Al fin y al cabo, solo soy ceros y unos, ¿no?"


Y es cierto, tan cierto como cruel. Porque... seamos sinceros, ¿a quién le importa la desaparición de un programa informático?

  Sí, solo un programa. Y... ¿quién nos dice, que nosotros no seremos los próximos en comenzar a desaparecer? Al fin y al cabo, ¿quién nos asegura que no somos simples programas de una enorme computadora bajo las órdenes de algún ente externo?

Yo no pretendo asustar a nadie, nada más lejos de mi intención. Solo estoy aquí hoy para haceros reflexionar y que me digáis...

¿Seréis vosotros los próximos en borrar o en ser borrados?

En cuerpo, en luz, en nada...Where stories live. Discover now