Me encontraba en un estado liberador, no sentía dolor, ni sangre deslizándose por mi cuerpo; no sentía los moratones palpitar bajo mi dolorida piel. Hacía mucho tiempo que no me sentía en un estupor semejante a éste, como si realmente descansara. Si esto era dormir, jamás lo había hecho.
Mi turbulenta mente empezó a enfocar los diferentes sucesos que ocurrieron horas atrás. Aquí, sumida en un sueño tranquilo, parecía que todo había sido producto de mi imaginación que a veces pecaba de desbordante, pero mi estado de tristeza y arrepentimiento más absoluto me indicaba que no era así. Todo lo que mi mente atormentada guardaba era tan real como el oxígeno que llenaba mis pulmones.
El recuerdo que más vívido se sucedía una y otra vez en mi mente era aquella voz del hombre desconocido que estaba cerca de mí antes de desvanecerme tras el golpe. No sabía que había hecho conmigo, pero, si estaba muerta, entonces mi final no era tan malo como pensaba.
La dulce muerte a veces me parecía la única salvación para mí y para los demás, pero nunca me había atrevido a quitarme la vida así que, si alguien me había hecho el favor, estaba realmente agradecida.
Si me preguntas que a qué le tengo más miedo, no te diré a que mi reloj marque las tres de la mañana, era despertarme de ese terrible sueño y cargar con todo lo que he hecho por el resto de mi vida.
Ahora no me quedaba nada ni nadie, ya que Bill me había traicionado diciéndole a los demás del pueblo lo que yo había hecho. Entendía su situación y su dolor, pero él no me entendía lo suficiente; nadie lo hacía.
Deseaba con todas mis fuerzas que esta maldición se esfumara tan rápido como llegó a mí, pero ni el mejor de los médicos de la zona había podido curarme.
Noté como una brisa iba deslizándose entre mi pelo, revolviéndolo suavemente, haciéndolo deslizar por mi frente. Poco a poco, empecé a notar sensaciones de mi alrededor ya que mi cuerpo iba abandonando su letargo e iba volviendo a la cruel realidad.
Sentí una mirada insistente sobre mí, provocándome un miedo visceral.
Aquel pánico me impedía a abrir los ojos y no era de extrañar esa desconfianza debido a lo ocurrido horas atrás.
Abrí los ojos y entonces me di cuenta que no estaba muerta si no en una hermosa habitación. Los muebles eran antiguos, pero en un estado de conservación realmente excelente. Todo estaba colocado de forma exacta y con una elegancia que me daba pena tocar un solo objeto de ese cuarto. Los cuadros de la pared eran de mi agrado porque los paisajes eran mi gran pasión; parecía que esa habitación estaba hecha para mí como si me conocieran.
ESTÁS LEYENDO
The Darkest Hour[RETIRADA POR PUBLICACIÓN EN EBOOK]¡YA A LA VENTA! #HA2019
FantastiqueDISPONIBLE LOS TRES PRIMEROS CAPÍTULOS. SOLO DISPONIBLE COMPLETA EN AMAZON SIGUIENDO ESTE ENLACE: https://www.amazon.es/Darkest-Hour-Saga-Primera-parte-ebook/dp/B07VPBCS36/ref=sr_1_2?__mk_es_ES=%C3%85M%C3%85%C5%BD%C3%95%C3%91&keywords=the+darkest+ho...