Silver spoon (Yoonmin, Vkook Y Namjin)

Primera noche

   Yoongi caminaba por el oscuro pasillo lanzando quejas y maldiciones al azar. Tropezó con varios estudiantes y simplemente les gritaba insultos a la cara por, según el, estar como el día miércoles, justo en el medio.

   Estaba atrapado en el edificio de dormitorios sin siquiera saber cual habitación era la suya y esperaba, seriamente esperaba, no tener que compartirla con nadie tan pesado como los cobardes con los que compartió el dichoso castigo. Eso le hizo recordar y mirar su mano, ahora vendada, maldiciendo aun mas por lo mucho que dolían las heridas que tenia. No volvería a subestimar la fuerza de una mujer, eso seguro.

   Podría haber pasado horas dando vueltas por el lugar hasta que un chico algo bajo, mas o menos de su altura, lo detuvo. Su cabello pegado a su cráneo con kilos de gel y sus lentes redondos de vidrio grueso le ocasionaron un 'tic' en el ojo derecho. El muchacho estaba simplemente ahí, de pie, sin moverse o mirarlo y ya le estaba dando miedo. Estaba pensando seriamente en correr de regreso a la enfermería hasta que el chico hablo.

– La señora Im me ha encargado buscarte, debo llevarte al que es tu dormitorio, tus pertenencias y las de tus compañeros ya están allí. Sigueme –  se dio media vuelta y camino sin esperarlo así que tuvo que caminar de prisa para alcanzarlo. Todo en un silencio casi asfixiante.

   Fue llevado al ultimo piso, al pasillo del final, el cual estaba casi escondido y Yoongi comenzó a reconsiderar el escapar hacia la enfermería. Se detuvieron frente a una puerta de madera desgastada y vieja. El chico de antes solo le entrego una llave y se fue sin decir una palabra mas.

  Puso la llave en la cerradura y la giró abriendo la puerta, esta hacia ese típico chirrido molesto al abrirse y eso lo estaba irritando aun mas. Al pasar, vio como esta habitación era amplia. Tenia dos literas y una cama, pero las sabanas eran viejas, algunas hasta tenían manchas de algo que realmente no quería saber y otras estaban mojadas con la lluvia, que al parecer, se filtraba por la ventana. "¿en que momento había empezado a llover?" esa era la pregunta del millón para Yoongi en ese momento.

  Decidió mirar por todo el lugar, notando que, a pesar de las condiciones del resto del lugar, la habitación no estaba tan mal. Era lo suficientemente espaciosa para cinco personas y el baño era decente, estaba limpio al menos. Cuando reconoció su maleta y el resto de sus cosas saco una muda de ropa y shampoo de ella dispuesto a darse un baño, sería un reto con las manos vendadas pero ya vería como solucionar eso. Entro al baño dispuesto a relajarse con una ducha fría y en efecto lo logro.

  Treinta minutos después, cuando salio, sintió la vena de su cuello hincharse con furia.

–¿que mierda hacen ustedes cuatro aquí? – tenia ganas de matar a alguien, preferiblemente a los chicos frente a el. Era imposible que esos cobardes estuvieran allí, con el, de nuevo. Los cuatro lo miraron con ceños fruncidos en clara molestia por la forma de tratarlos, pero uno de ellos corrió a su maleta como un desquiciado para abrirla con apuro y cuando lo hizo casi lloraba de alegría.

– ¿Que le pico a este? – dijo el cobarde mayor viendo como el chico bajito de mejillas rellenitas abrazaba algo dándoles la espalda y susurrando cosas inentendibles. Taehyung se acerco para mirar que era lo que hacia y cuando logró ver sus ojos quedaron como dos huevos fritos – Oh-por-Dios, tu sí que te has vuelto loco.

   De los brazos de Jimin, una pequeña bolita de pelo blancuzca salto para acercarse a Taehyung con curiosidad, era pequeñito y peludo, matando de ternura al chico que lo miraba embelesado y lo alzo en brazos para observarlo mejor.

– Se llama Nina, es hembra – dijo una voz aguda y con tono alegre ante el emocionado Taehyung – Y agradecería mucho que guardaran el secreto.