Negación

24 1 0
                                    

Siempre pensé que no tendría la oportunidad de decirte las cosas cómo yo realmente las veía, es curioso como vimos antes todo tan vacío de una forma tan insoportable que solo hablábamos de eso, pero creo que ahora yo... creo que después de lo ocurrido no puedo soportarlo más, te contaré la historia aunque quizás ya la sepas.

Fue hace casi tres meses después de nuestra separación, cuando te alejaste de mí. Yo estaba solo en casa sentado en el sofá esa noche había salido a dar una caminata por la calle a pesar de que estuviese lloviendo, tú sabes que la lluvia y el frío nunca me importaron, pero al llegar todo empapado y con frío vi que toda la sala estaba con las luces apagadas; fue tan horrible sabes; esa sensación que tuve al ver todo apagado sin la más mínima luz... sin ti...

Recuerdo que al vivir juntos cada vez que llegaba de mis camitas te encontraba en la sala con las luces prendidas, tenías una bella sonrisa al verme cuando llegaba y me dabas un abrigo para calmar mi frío y luego un beso en la mejilla para pasar a ver televisión, pero claro eso era antes... todo está oscuro ahí ahora.

En verdad a veces todo esto me parece tan gracioso, el hecho de que la vida de las personas pueda ser mutilada de forma tan simple es algo que no quiero creer. Es risible pero también muy aterrador para mí. Puede que este sea unos de los motivos por los cuales no he comentado aún a mis amigos de la oficina el hecho de que ya no estamos juntos. ¿Cómo podría decirlo?

Me es tan difícil hablar de eso con alguien que no seas tú, más que todo porque siempre fuiste mi mundo. No negaré que tenía amigos pero en general tú ocupabas la mayor parte de mis pensamientos. Y ya no estás conmigo.

Recuerdo una ocasión en la que Fred, ¿te acuerdas de Fred? No creo que lo hayas olvidado. En fin, él nos invitó a una cena en su casa...

- Hey Diego. Una consulta. ¿Tu esposa y tú están disponibles está noche para una cena en casa con Bárbara y conmigo? Lo que pasa es que tenemos un nuevo televisor LED y queremos estrenarlo con un maratón de comedias románticas. Jaja. Fue idea de ella lo de las comedias románticas. Yo quería un maratón de James Bond pero bueno. Entonces, ¿Qué dices?

- No lo sé, Fred... He estado muy ocupado últimamente. Ya sabes el jefe solicitando los estados financieros de años pasados por la auditoria que estamos pasando en estos momentos. Todo eso me tiene cabezón.

- Vamos, hombre. Anímate. Ambos se divertirán y no quiero tener que aguantar sólo todas esas películas.

- Nunca he sido muy fanático de esas comedias...

- Te he notado estos últimos meses un poco decaído hombre. ¿Todo está bien en casa con Aurora?

- Sí es solo que el trabajo me tiene como loco...

- Debes buscar algo de tiempo para ambos, Diego. Es lo importante en una relación. Quiero decir mírate, hombre. Tienes ojeras, siempre estás tomando café y casi ni te veo comer. Sé que yo estoy en ventas y tú en contabilidad pero no soy el único que lo ha notado.

- Mientras recursos humanos no lo noté estaré bien. Solo es una racha de trabajo excesivo. Y todo está bien en casa, Fred.

- ¿Seguro?

- Eh sí... Es más la semana pasada fuimos a ver el espectáculo de danzantes que ponen cada fin de verano en la plaza al final de la Av. Marfil. ¿Te acuerdas? Esa avenida que al final tiene una bella vista hacia el mar. Había de todo, hombre. Luces, música, fuegos artificiales y muchas parejas alrededor. Ya para cuando había terminado todo ambos estábamos abrazados en el mirador viendo el mar en la noche. Fue de lo mejor, Fred. Te recomiendo que Bárbara y tú lo intenten el próximo año. Es uno de los mejores recuerdos que hemos construido juntos.

Estaba mintiendo... no tenía otra opción. Era mejor que admitir lo sucedido desde ya hace meses. Pensaba que sí de alguna forma lograba alimentar esta especie de ilusión en algún momento sería capaz también de darle fin por mi propia mano.

- Mmmm... ¿Marfil...? Creo que sí la recuerdo. ¿Es aquella que tiene una estatua de la virgen María? Ah sí era esa. Una vez terminé tan borracho que caminé hasta llegar ahí, la confundí con una mujer de verdad y luego me dormí en una de las bancas. Jaja

- Suena como toda una historia, Fred...

- Era cuando estaba soltero, hombre. Pero esos días ya han terminado para ambos. Ahora somos hombres con la soga del matrimonio al cuello. Jaja.

- Sí...

- En fin, Diego. Debo volver a trabajar. Esa flecha en el gráfico de ventas no se va a subir sola. Una pena que no puedan venir. Cuídate, amigo.

- Hey Fred. Estoy seguro que para la próxima si podremos ir. No dejes de invitarnos, hombre. Yo llevaré botanas.

- Descuida. Siempre es un placer verlos a ambos. Nos vemos.

Al salir del trabajo ya en la noche pude ver como otros amigos de la empresa se iban en el carro de Fred. Todos con sus esposas, novias, parejas o salientes. Como desearía haber estado con ellos a tu lado. Ser parte del grupo una vez más. O mejor aún no tener que mentirle a mi mejor amigo de esa manera. Pero ya estaba hecho. Solo debía continuar hasta encontrar el mejor momento para hacer que todo se revelará al fin. Pero había algo raro que me lo impedía, era una sensación que primero me hacía sentir algo ruin y embustero pero mientras más elaborada era la ilusión me sentía cada vez más tranquilo... como si todo lo que dijera fuera real. Como si no te hubieras ido... Me estaba engañando. Lo sé...

Cuando llegue a casa estaba tan dubitativo respecto a si sería lo mejor o no contarle respecto a lo ocurrido contigo. Pero no serviría de mucho ¿o sí? Tú te habías ido y yo seguía aquí en la casa sin más remedio que mantener una ilusión para mitigar el dolor que sentía. Aun así mis intentos por desenmascarar mi farsa no fueron pocos...

- Hola, Fred... Sabes hoy cuando hablamos... no fui del todo sincero contigo. Lo cierto es que Bárbara... No así. No suena bien. No quiero dar pena. Maldición. Esto es difícil. Muy bien solo tomo el teléfono y lo intento una vez más.

Hola, hombre. Soy yo, Diego. La verdad es que tengo algo que comentar respecto a lo de hoy... lo que pasa es que yo... ¡Maldita sea! ¿Por qué es tan difícil decirle la verdad?

Todo era inútil. No podía admitirlo frente a nadie y era porque no quería mostrar alguna debilidad o fracaso. Pero más allá de esos miedos se encontraba una posibilidad de sobrellevar todo por el bien de todos. Aunque más temprano que tarde descubriría que la verdad siempre sale a flote.... Para bien o mal de todos siempre se da a conocer.

Invitación de lo no habladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora