Capítulo 3

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*Hideaki.

Me senté en el mismo sitio de clase. Solamente ibamos a tener tres horas de clases para decirnos los nuevos horarios , compañeros de clase, extra escolares, grupos y que materiales teníamos que comprar.

-¡Hideaki, nos han puesto en la misma clase!

-¿De verdad, Eri? ¿ Y Arata?

-Luego te cuento algo... Pero antes he oido hablar de que ha venido un nuevo estudiante desde Corea. Un senpai de la clase de enfrente creo que se llamaba Hiro...shi...Shito...   No lo recuerdo...

Aunque esos nombres no fuesen verdaderos, me recordaron a un amigo de mi infancia... Desapareció un día y no lo volví  a ver. Seguramente se desilusionaría al verme como soy ahora...

-Por cierto, ¿qué le respondiste a la declaración de mi amigo Hiro?

-Es guapo, pero no es mi tipo y no quiero que agas de casamentera por mi.

- Que pena era un buen partido...

Por ahora creo que solamente Arata y Eri saben que soy  gay.

Pasaron las horas y  salí primero.

Bajo los cerezos vi a un chico sentado. Me acerqué y le pregunté:

-¿Estas bien?

-¿Umm...?

El chico me miró y abrió los ojos. 

-¿¡Hideaki, eres tu!?

-¿Umm...si?¿ Quién eres?

-¡Soy Shiro!?- Dijo mientras me abrazaba.

-Shiro... ¿¡Mi amigo de pequeño!?Pero si tu... tu habías desaparecido.

-Me tuve que ir por el trabajo de mi padre... 

Estaba con él, me sentía feliz, y no quería apartarme de el, la verdad es que de pequeño Shiro me gustaba pero tenia miedo de que me rechazara...

-Hideaki, cuando eramos pequeños quería decirte algo... pero esa niña te beso y bueno...¿Tienes novia?

-¿Ehh? ¿Yo? Pues ...no..

-¿Te gusta alguna chica?

-De pequeño me daba miedo decirte esto...pero...No quiero ocultarte nada...Shiro veras yo soy GAY.

-¿Es una broma verdad?

-No...

-No juegues con migo...

-¡Que no!

-Menos mal...-Shiro me volvió a abrazar y no me soltaba asta que me susurro al oído

-Me gustas.

Me avalancé sobre el.

-A mi también.

Solamente quería pasar un tiempo a solas con Shiro pero las cosas se torciereron...

Me fuí a su casa.

Nos quedamos horas hablando, casi no recordaba su dulce voz. Nos entretuvimos tanto que se hizo tarde.

-¿Que hora es?

-Son las 9:30

-Se me ha echo tarde me tengo que ir. Adiós.

-Adiós Hideaki.

Salí corriendo de su casa y no me di cuenta de que estaba diluviando. Llame a la puerta de la casa de Shiro.

-Shiro esta lloviendo mucho.¿puedo quedarme a dormir hoy?

-¡Claro!

Seria como las pijamadas que hacíamos de niños. Solo que esta vez algo se descontrolaría.

SÓLAMENTE CINCO SEGUNDOS MÁSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora