Parte 8

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Ya en el hotel el tiempo parecía no pasar, los minutos parecían horas, al final siempre es así... no hay sensación más horrible que la incertidumbre.

Pensaba seriamente sobre lo que Noah me había dicho... tenia que hacer lo que necesitara para sobrevivir, pero sentía esa sensación horrible en el estomago, parecido a estar en la orilla de un abismo.

Noah parecía extremadamente calmada siempre y eso me intrigaba, casi me parecía irritante su tranquilidad.

- detesto que estés tan tranquila - dije mirándola mientras permanecía estoica mirando a la puerta cerrada.

- aja- se limito a decir sin mirarme.

- mírame por favor- me dije levantando la voz.

Giro la cabeza hacia mi moviendo sus ojos de la punta de mis pies hacia mi cabeza, dejo fija su mirada en la mía, mientras me repetía despacio -aja-  y sin separar la vista de mi dijo con una tranquilidad anormal - mi trabajo es estar tranquila y cuidarte de ti misma, no me agrada , pero es lo que tengo que hacer, si las dos entramos en pánico ni tu ni yo vamos a sobrevivir a esto- respiro profundo y continuo hablando- tienes que entender que en estos momentos somos un equipo, ese estado de pánico que tienes no nos sirve para nada, si te pones histérica voy a tener que darte una cachetada y eso tampoco me agrada,  tienes que dejar de ser egoísta y pensar cómo vamos a salir todos de este asunto en el que tú nos metiste- me quede callada contra eso no tenia nada que decirle. Aunque no me agradaron sus palabras eran la verdad.

Pasamos el resto de la mañana haciendo nada en un silencio que era de lo mas incomodo.

-Cámbiate Tenemos que irnos- se limito a decirme Noah.

Me puse una blusa blanca y un pantalón de lino crudo, hacia mucho calor y a pesar de Eva no me agradaba, ella no se había portado ni grosera, ni poco amable. En sí eso era lo que dificultaba todo, hasta este punto, ella no me había dicho que quería conmigo ni de mi, si yo supiera sus intenciones, yo podría hacer un plan de cómo portarme con ella, pero hasta este momento, todo era una intriga  y eso era lo que me molestaba no saber qué iba a pasar y la tranquilidad molesta que Noah siempre tenia tampoco me ayudaba, esto parecía un juego en el que solo yo desconocía las reglas.

Subimos al auto y nos dirigimos a la casa de Eva.

Baje del auto, Noah tras de mi, antes de que pudiéramos siquiera llamar a la puerta esta se abrió.

- Pasa - me dijo Eva un poco mas seria que en la mañana - tu no- dijo mirando a Noah.

- es mi trabajo - se limito a decir Noah.

- tengo algo que resolver primero - dijo Eva mientras yo terminaba de cruzar la puerta, cerrando de un portazo tras de mi.

Camino despacio por la sala gris hasta acercarse a una mesita de centro.

- ¿qué es esto?- se limito a decir mientras tomaba el cuaderno entre las manos -¿qué haces tú aquí?- repetía como si yo tuviera una explicación mas clara.

-tampoco lo sé- el límite a decir

- bueno, vamos a preguntarle a quien sabe - dijo tomando el su teléfono mientras marcaba, acerco su  dedo indice a sus labios mientras  escuchaba el tono de llamada en el altavoz haciendo un ligero "shhhh", con una sonrisa, casi como si fuera una travesura que compartíamos.

- ¿que paso Negra ?- escuche claramente la voz de Perséfone al otro lado del teléfono .

- a ver Hiena, llego una muchacha aquí a mi casa , ¿por que ?- se limito a decir .

- ahhhh.... ¿te gusto el regalito?- dijo Perséfone en un tono que sonaba cada vez mas burlón.

- ¿ahora necesito que me regales mujeres ?- se limito a decir Eva.

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⏰ Última actualización: May 06, 2018 ⏰

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Las Noches de PerséfoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora