Parte 7

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A pesar de todo lo que yo pudiera sentir por Perséfone siempre existía esa sensación de duda a su alrededor, esa sensación de que todo lo que la rodeaba estaba no solo lleno de secretos si no de dolor y peligro y no me gustaba del todo.

Había sido emocionante y divertido por algún tiempo, pero ahora sólo era una continua incertidumbre con respecto de mi futuro y el suyo, no importaba que tanto la quisiera, no importaba los planes que yo tuviera, ni los deseos que pudiera sentir, estar a su lado se volvía cada vez más solo, más triste cada vez esto parecía más y más una prisión, un castigo por las decisiones que yo había tomado.

En vista de su negativa a qué hablara con Noah, pase las siguientes semanas encerrada en la habitación me negaba a salir así ella me lo pidiera no quería nada de afuera la verdad me era imposible olvidar la muerte de Caín en algún grado me sentí extremadamente culpable.

- Necesito que salgas de la habitación - me dijo Perséfone mientras me destapada de entre las sabanas.

- No quiero- dije mientras me cubría de nuevo con la sabana jalándola.

- Ya dejó de ser divertido, no puedes quedarte para siempre encerrada, no tiene caso y no entiendo porque estás así- dijo Perséfone mientras se tiraba a mi lado en la cama a mi lado.

- Estoy aburrida, cansada y confundida...- dije sin destaparme - no me gusta esto-

- aja- dijo ella interrumpiéndome - ¿entiendes que son cosas que pasaron?, en verdad trato de cuidarte, hago mucho esfuerzo por saber que estás segura, que nada pueda pasarte pero por ahora no puedes irte, irte sería para ti el equivalente a matarte, por más guardias que yo te ponga por más seguridad, si tú no pones de tu parte esto va a ser un infierno para ti.

- ¿qué caso tiene que estés conmigo entonces?, ¿qué me tengas encerrada aquí? ¿cómo se supone que tengo que poner de mi parte? fingir que nada pasó levantarme y fingir que estoy feliz para que tú seas feliz, no puedo hacer eso entiendo que para ti es difícil pero para mí también, entiendo que eso es lo que tú has vivido, pero también entiéndeme, es la primera vez que yo paso por esto en la primera vez por mi culpa matan a alguien... yo tenía otra vida -dije atropelladamente.

-¿Quieres dejarme aquí?- dijo molesta mientras me destapaba de golpe - no, no me puedes dejar aquí sola, no entiendes todo lo que yo he hecho por ti, porque estés segura, tú ya no tienes otra vida, ni a dónde regresar, yo soy tu casa y yo soy tu familia y el tiempo que estés conmigo es el tiempo que vas a durar viva, así que deja de conmiserarse, odio verte así, estoy cansada de verte como un bulto en la cama levántate dúchate, vístete bonita que para eso te tengo, para tener algo deprimente ya tengo mi vida

Me jaló las cobijas y me obligó meterme a la ducha lucha frente a ella, pero no había morbo en sus ojos como siempre, por primera vez creo que me veía con lástima, ni siquiera cuando llegue a su lado me miraba así.

Cuando terminé de ducharme regresar el cuarto, antes de que me vistiera me tumbó en la cama poso su cuerpo sobre el mío - eres mía - repetía despacio- no sé cómo tenerte contenta -dijo mientras me tocaba sobre la piel húmeda- pero no te puedes ir de aquí, no me puedes dejar - me beso profundo, pero era un beso extraño, más que amor era como para marcar dominio. Se levanto de la cama y yo me vestí.

Salir de la habitación, me senté en la sala puede ver afuera Noah y el lobo, sentados como siempre en esa extraña tranquilidad en la que todos parecían vivir a mi alrededor en medio del caos total, Perséfone daba órdenes por el teléfono, mi vida parecía en pausa, pero no tranquila, era una sensación muy compleja de explicar.

- Necesito que hagas algo por mi - me dijo Perséfone mientras colgaba el teléfono, con una cara de seriedad intranquila.

-¿dime?- respondí sin verla en un tono estoico, casi hipnotizada por las hojas de los arboles que se movían al viento en el jardín.

Las Noches de PerséfoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora