Mi cuarto es un mundo a parte

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Cuando llegué a mi habitación, me cerré en ella, como hacia todos los dias. Lo que más me gustaba de mi cambra era el pestillo que en mi puerta se encontraba. Iba perfecto para encerrarme en las persecuciones que hacíamos papá y yo cada mañana. Me encerraba en esta y no salia hasta que mi padre no se calmaba. En ella guardaba un montón de trastos y juguetes viejos que no me servian absolutentr para nada. La única cosa que conservaba de cuando era pequeña, era un baúl dónde guardaba toda la ropa. Ya no lo uso para guardaropa, si no para guardar secretos. Esos secretos eran cartas de la escuela, mi diario personal, algunos exámenes que no queria que mis padres vieran, alguna carta de amor, tuve mi momento de gloria, cierto, pero este no duró ni más ni menos que dos semanas. Hace dos años mucho antes de cumplir los diez años, en mi clase, vino un chico llamado Jack, tenia el pelirojo, con ojos azules y muy mono, era adorable. El color de su piel parecia leche, era tan blanca y de textura suave. Se sentaba detrás mio. Pasamos largos ratos charlando de nuestras vidas, de cómo era nuestro dia a dia en casa, lo que queríamos ser de mayores, ya sabeis, hablamos de todo en general. Al cabo de dos dias de conocerlo, las chicas de mi clase tuvieron la grandísima idea de inventarse que salia con él. Esta invención llegó demasiado lejos, todo el cole lo supo en nada. Eso me hizo cabrearme, y llegar a amenazarlas de muerte si no paraban de inventarse historias que ni ellas mismas se tragaban. Dejamos de hablarnos durante dos largos i eternos meses. Maila, la chica mas desagradable y mala persona que existe en este mundo, se quejo a sus padres de que la habia amenazado de muerte en el patio. Al dia siguiente, era sábado, sonó de repente el timbre de la puerta.
Fui corriendo ha ver quien era, abrí la puerta y lo que me encontré no me hizo ninguna gracia. Eran los padres de Maila, la cosa se estaba poniendo muy chunga.
-¿Hola, buenos dias, en que les puedo ayudar?-Les pregunté con educación,
-Quiero hablar un momento con tus padres.-Me comentó anargada.
-Pues un segundo que ahora los llamo. -Les respondí.
-Papá, mamá, este señor y esta señora quieren hablar con vosotros!-Grité, por toda la casa.
-Ya voy hija, vete a tu cuarto, por favor.-Me pidió.
-Voy inmediatamente, papá.-Le contesté, e hice vía para llegar a mi cuarto otra vez.
Mientras subia por las escaleras, me paré unos instantes a escuchar todas las mentiras que Maila habría contado a sus padres.
-¿Buenos dias, que tal estan ustedes?-Dijo mi padre.
-No muy bien.-Le dijo la madre de Maila.
-Podemos entrar y charlar un momento.-Le pidió la madre de Maila a papá.
-Adelante, sean bienvenidos.-Les contestó mamá.

Una vida, una aventura #Travelawards2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora