Capítulo 2: Peleas y una noche de desvelo.

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—¡Esto tiene que ser una broma! —me quejo.

Arrebato mi maleta de la mano de Ethan y me dirijo con furia al mostrador donde reclamas los boletos, por suerte no hay que hacer fila, solo tengo que esperar a que la señora que esta frente a mí, se vaya. Después de unos minutos, me acerco a la muchacha detrás del mostrador, por la cara de pocos amigos que tiene en el rostro, presiento que no llegare a nada.

—Buenas tardes señorita —digo en el tono más amable que me es posible. —tengo un problema, están cancelando mi vuelo y quisiera saber realmente el motivo.

—¿Puede decirme a donde se dirige? —percibo un poco de molestia en su tono.

—Nueva York —respondo. La chica suelta un bufido y comienza a escribir en su computadora, después de unos segundos deja de hacerlo y mira en mi dirección, trato de darle una de mis sonrisas más amables.

—Lo siento, por el momento su vuelo no se presentará hasta el siguiente día—. Vuelve a echar un rápido vistazo a la computadora —con suerte, podría haber un cambio de planes y presentarse en cualquier momento, así que le sugiero esperar como todos los demás turistas.

Ethan llega a mi lado y puedo ver como ella lo mira con lujuria estando detrás del mostrador, no puedo evitar sentirme celosa ante ello y suelto un ligero bufido, antes de volver hablar.

—¿Podría darme el motivo por el cual el vuelo se retrasará? —sus ojos aún siguen posados en los de Ethan, el no parece molestarse ante la escena, al contrario, le da una de esas sonrisas coquetas que posee. Ruedo mis ojos ya que ella no parece escucharme, doy un fuerte manotazo al mostrador llamando la atención de la chica, y mira en mi dirección con furia.

—Ya le dije señorita, habrá un retraso, solo espere como todos los demás turistas —aprieta los dientes con cada palabra que sale de su boca, le doy una sonrisa e insisto en busca de una mejor respuesta.

—Ya me lo has dicho, pero quiero saber el motivo exacto —ni siquiera me molesto en ser amable con ella, rueda sus ojos irritada para luego comenzar a escribir en su computadora, le doy una rápida mirada a Ethan y este me sonríe, no sé cuantos segundos o minutos han pasado pero la chica tras el mostrador no se molesta en darme una respuesta congruente —¿Disculpa? —le digo llamando su atención, me da una rápida mirada para luego dirigirse a Ethan.

—Disculpe joven, ¿Puedo ayudarlo? —el tono en su voz es agudo y sé que está tratando de sonar seductora con él, lo cual me parece patético.

—Oh, vengo con ella —responde Ethan sin importancia.

—¿Puedes responder mi pregunta? —insisto, la chica suelta un bufido antes de responder.

—Ya le dije hay un retraso —dice bruscamente.

—Ya le dije, quiero saber el motivo —digo en el mismo tono.

—No voy a responderle —dice irritada ante mi presencia y vuelve a concentrarse en la computadora que tiene en frente.

—¿Disculpa? —le digo indignada.

—Lo que escucho —responde encogiéndose de hombros, me volteo hacia Ethan y el parece divertido ante la situación, al notar que no me causa gracia, la expresión en su rostro se vuelve seria y se encoje de hombros.

—Te pedí una respuesta —me acerco más al mostrador, nunca he sido una persona paciente, así que estoy a punto de perder el control, cualquier comentario mal hecho y podría estallar.

—Y yo dije que no quiero responderte —dice en tono burlesco.

—¿Acaso eres estúpida? —estalló molesta. —Se supone que estas aquí para dar un buen servicio, no tratar a los clientes como basura.

Un Novio Para NavidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora