—Entiendo si no quieres hacer esto —le digo una vez que llegamos al aeropuerto. Ethan y yo habíamos estado conversando sobre como actuaríamos frente a mis padres, después de lo sucedido el día anterior, las cosas entre ambos parecían tensas, pues ambos habíamos confesado nuestros sentimientos, aunque ninguno de los dos se animaba a dar el paso para estar en una relación de momento, aunque quizás todo este tiempo estuvimos en una, diferente a todas las demás, bastante complicada y con términos distintos, pero dos años podrían ser suficientes para demostrar nuestra relación a nuestra manera.
—Ya te dije que quiero hacer esto —responde firmemente —, todo saldrá bien, solo tranquilízate —dice rodeándome con un brazo la cintura y depositando un beso en mi frente.
Hacemos fila para pasar a la taquilla, mis manos sudan debido a mis nervios.
—¡Hola! —saluda Ethan amablemente al hombre detrás de la taquilla —¿Nos podría decir a qué hora saldrá el vuelo para Nueva York?
—Tenemos un vuelo programado a las 6 de la tarde, será el único vuelo disponible —dice amablemente.
—De acuerdo gracias —responde para luego salir de la fila.
—No nos quedara mucho tiempo para la cena —le digo preocupada, mis nervios parecen aumentar conforme pasa el tiempo.
De pronto mi teléfono vibra sobre mi bolso y me apresuro a sacarlo para responder.
—¡Melanie! —dice mi hermana desde el otro lado de la línea —¿Vendrás para la cena? —pregunta con gran interés —, escuche que mamá dijo que vendrás con tu pareja, los niños, Edwin y yo estamos emocionados de conocerlo.
—Sí, seguro —digo rodando los ojos.
—Oye, ¿Estas con él? —pregunta interesada, le doy una rápida mirada a Ethan y este me sonríe. Antes de que diga algo, mi hermana habla —¡Espera! ¡Voy a video llamarte!
—¡No! —me apresuro a responder. —¡No es necesario!
Demasiado tarde, ella ya está haciendo la video llamada, y no tengo otra opción más que aceptar.
—¡Hola! —saluda eufórica agitando su mano en el aire, desde el otro lado de la pantalla.
—¡Hola! —trato de sonar entusiasmada. —¿Cómo estás?
—Estoy bien —responde. —¿Dónde está el chico? Quiero verlo.
Antes de que pueda mentirle y decirle que fue al baño o algo por el estilo, Ethan se pone a mi lado y saluda a mi hermana contento, una sonrisa se forma en mi rostro al ver que ella se sorprende, estoy segura de que piensa que Ethan es guapo.
—¡Hola! Soy Louisa, la hermana de Melanie —dice contenta —¡Niños vengan a conocer a su futuro tío!
Siento como el rubor se apodera de mis mejillas al escuchar sus palabras, por suerte mis sobrinos no aparecen, en su lugar aparece mi madre con un delantal y una cuchara indicando que se encuentra preparando la comida para esta noche, ella tiene la misma reacción que mi hermana al ver a Ethan y eso vuelve a sacar una sonrisa en mi rostro, a juzgar por la expresión que tiene mi madre en su cara, sé que le ha agradado.
—Hola Señora Morgan —saluda Ethan mientras agita su mano en el aire, este coloca su otra mano sobre mi cintura mientras se acerca más a mí para salir mejor en la cámara.
—Hola chicos, espero estén a tiempo para la cena —dice con emoción. —¿A qué hora sale su vuelo? —pregunta.
—Saldrá a las seis —respondo, y veo que la pequeña sonrisa en su rostro desaparece, seguramente piensa lo mismo que yo, no alcanzaremos a llegar para la cena.
—Melanie, prometiste llegar a tiempo —dice seriamente.
—Lo sé mamá, pero no puedo apresurar a los aviones, es el único vuelo que hay para Nueva York —respondo, pero sé que no queda conforme.
—Quéjate —sugiere —haz lo que tengas que hacer, pero te quiero a las siete aquí.
—¿Es una broma? —me quejo, pero veo que no está bromeando en el instante en el que enarca una ceja.
—Sabes muy bien que, en esta casa, la cena de noche buena se sirve a las siete —repite con un tono brusco.
—¿Qué si no podemos llegar a esa hora? —insisto—. Llegaremos tarde, y no quiero que lo discutas.
Cuelgo la video llamada antes de escuchar sus quejas, pero sin duda sé que está molesta.
—¿Tendremos problemas? —pregunta Ethan seriamente.
—Quizás —me encojo de hombros. —mi madre no ha quedado muy conforme con mi respuesta, seguramente está quejándose de ambos y maldiciendo a las líneas de vuelo de Denver y cualquier otra aerolínea.
—Debe entender que eso no está en nuestras manos —dice tratando de buscar una solución.
—Es Rachel Morgan, eso es imposible —le aseguro, suelto un suspiro y me separo de él un poco para tomar su mano. —Ven, vamos a buscar un par de sillas.
Ambos nos quedamos en el aeropuerto conversando en un intento de distraernos para que las horas no se nos hagan eternas, le cuento a Ethan más sobre mi familia, o al menos lo que considero necesario, por suerte, este año no sería la única en llegar tarde a casa, pues me he enterado por un mensaje de parte de mi hermano Jason, que tuvo un problema con uno de sus hijos y han informado llegar una hora después de la cena, lo cual me da un poco de esperanzas, para que mi madre se apiade y decida cambiar el horario de la cena. Para alrededor de las tres de la tarde, decidimos comer en la cafetería del aeropuerto, pero ni la comida, logra distraer mis pensamientos, sin duda, esta podría ser una de las cenas más complicadas de todos los años.
—Pasajeros con destino a Nueva York, por favor de abordar el avión 208, gracias —resuena la voz de una trabajadora sobre los altavoces.
—¿A llegado antes? —le pregunto a Ethan, por suerte ambos ya habíamos terminado de comer, pero nos habíamos entretenido en la cafetería conversando.
Saca su celular del bolsillo de su pantalón y checa la hora.
—Cinco y media, ha llegado antes —responde.
Asiento, para luego levantarnos de nuestros asientos y dirigirnos hacia la salida de nuestro avión.
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Un Novio Para Navidad
ContoMelanie Morgan, una joven de 26 años con un futuro exitoso, su vida se basa en viajar por asuntos de negocios día con día, es más, los aviones y hoteles parecen ser más su casa que su propio hogar. Ethan Malone, un joven de 27 años que pasa su vida...