—Despierta Lanie, hemos llegado —dice Ethan mientras da unos ligeros golpecitos en mi hombro para levantarme.
—¿Estamos en Nueva York? —pregunto somnolienta, sin ánimos de despertar, me había quedado dormida en el instante en el que el avión despego de Denver.
—Sí, hemos llegado a casa —responde.
Me acomodo sobre mi asiento sin intenciones de abrir los ojos, pero mis ojos se abren como platos al procesar con exactitud sus palabras, ya estábamos en Nueva York.
—¡Oh por Dios! ¡La cena! —grito fuertemente, ganándome algunas miradas extrañas de los pasajeros.
Me levanto de mi asiento y tiro de la mano de Ethan para salir del avión. Conforme bajaba los escalones mi corazón comenzaba a palpitar con gran fuerza y mis nervios aumentaban con cada segundo, no estaba lista para ir a casa, tenía miedo, miedo a que la cena sea un desastre.
—¿Me veo bien? —le pregunto por décima vez, antes de tocar el timbre de la casa de mis padres, estábamos tarde, eran alrededor de las diez de la noche, mi madre debía estar molesta, ni siquiera habíamos tenido oportunidad de arreglarnos.
—Luces hermosa como siempre.
—No estoy para tus juegos —le regaño, mientras cepillo mi cabello con mis dedos, el cual está hecho un completo desastre, Ethan agarra con más fuerza las maletas, estoy segura de que esta igual de nervioso que yo, pero a diferencia, él sabe disimularlo.
—Okay, hagamos esto —digo soltando un suspiro pesado, para luego tocar el timbre.
Escucho como los zapatos de alguien crujen sobre el suelo, conforme avanzan hacia la puerta, mis nervios comienzan a aumentar, un vistazo sobre el rabillo de mi ojo a Ethan, y puedo ver su rostro sereno, sin duda yo quería ser él en estos momentos.
La puerta se abre de par en par, y por suerte mi hermano es quien está frente a ella con una gran sonrisa, mis nervios desaparecen por un segundo al verlo, de todos los Morgan, él era el más considerado de todos, siempre se mostraba amable ante los demás, y amaba el hecho de que no importara cual fuera la situación, con tan solo una mirada en su dirección podrías sentirte tranquilo.
—¡Hola! —saludo después de unos segundos, Jason está observando a Ethan fijamente con una expresión dudosa en su rostro, y tengo la impresión de que mi hermana y mi madre pudieron haberle ocultado el hecho de mi supuesto novio.
—Hola —saluda sin despegar la mirada de Ethan, quien parece ponerse incomodo ante la situación. —¿Eres novio de mi hermana?
Definitivamente no estaba enterado.
—Uhm...Sí —responde Ethan nervioso, me acerco a él y lo tomo del brazo en un intento de alejarnos de este momento incómodo, mi hermano me da una pequeña sonrisa y se hace a un lado para que podamos entrar.
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Un Novio Para Navidad
ContoMelanie Morgan, una joven de 26 años con un futuro exitoso, su vida se basa en viajar por asuntos de negocios día con día, es más, los aviones y hoteles parecen ser más su casa que su propio hogar. Ethan Malone, un joven de 27 años que pasa su vida...