Capitulo 13 | Voluntario Animal

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-¡Estas aquí, maldición! – Sonreí abiertamente al ver a mi primo luego de tanto tiempo, mucho más cambiado de lo que esperaba

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-¡Estas aquí, maldición! – Sonreí abiertamente al ver a mi primo luego de tanto tiempo, mucho más cambiado de lo que esperaba.

-¡Te han crecido las bubis pequeña Danny! – Y ahí está, a pesar del cambio físico, mentalmente seguía siendo el mismo, lo golpee por aquel comentario – No es necesario recurrir a la violencia, además tómalo como un cumplido.

-Emma, recuerdas al idiota de Jonas ¿No? – Emma asintió.

-Luego de como cinco años, si, puedo recordarlo, especialmente por su ultima estúpida "bromita" – Hizo comillas con sus dedos – Colgar mi ropa interior de los colores de la bandera estadounidense en el mástil de la escuela no fue gracioso – Jonas empezó a reírse escandalosamente.

-Un clásico – Se limpió las lágrimas invisibles.

-¿Qué haces aquí? – Pregunte sentándome donde anteriormente lo estaba, en el banquillo de la isla de la cocina.

-¿Acabo de llegar y ya me echas? – Dijo con dramatismo, puse los ojos en blanco – Bueno, vine a trabajar en Nueva York, deben haber más oportunidades que en Chicago.

-¿Qué harás? – Pregunto Emma mordiendo el cup cake.

-Buscar algunas audiciones – Tomo asiento en otro banquillo – Pero en dos días ya tengo un trabajo, me contrataron para hacer campaña para una pequeña tienda de ropa – Estiro su brazo para agarrar el vaso que contenía chocolatada, donde estaba tomando, llevo sus labios a él, adiós chocolatada de Dannielle.

-Supongo que por algo se empieza – Comente, desde que era pequeño, Jonas siempre supo que el trabajo de su vida no sería en una oficina, haría cualquier otra cosa para ganar dinero, así fue como se convirtió en modelo, pero solo en algunas pequeñas líneas de ropa, también estudio actuación hace años, y siempre participaba en teatros escolares – Así que te mudas a Nueva York porque aquí hay más oportunidades ¿Eh? ¿Sueñas con Brodway?

-¿Qué? ¡Por favor, claro que no! Cantar no es lo mío y tú lo sabes bien – Bromeo, asentí dándole la razón – Emma si quieres te puedo deleitar con mi preciosa voz – Carraspeo preparándose.

-¡No, no, no! Descuida, te creo – Ambos rieron, Jonas metió un dedo en el glaseado de los cupcakes y se lo puso en la nariz a Emma, volvieron a reír, ambos se quedaron observándose mientras sonreían al terminar de reír.

No pude evitar mirar aquella escena, le sonreí pícaramente a Emma elevando las cejas, ella me miro con confusión así que para dejar que ellos hablen, me puse a rejuntar los cubiertos para luego limpiarlos, ambos iniciaron una plática sobre películas.

-¡Jonas! – Kenneth termino de bajar los escalones de la escalera, se aproximó para saludar al castaño.

-¡Hola Kendall! – Saludo con emoción, la sonrisa de Kenneth inmediatamente desapareció – Creciste mucho, hombrecito – Lo tomo de los hombros – Igual que Kenneth – Señalo hacia la sala donde Kendall estaba jugando al play station y tenía los auriculares puestos.

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