Capitulo 15 | Reglas Del Negocio

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Desabotone aquellos oscuros botones pertenecientes a mi saco, para luego tomar asiento en la oficina de mi padre, nos encontrábamos en nuestra casa, donde mi padre también tenía un despacho privado para trabajar en casa cuando no puede ir por algu...

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Desabotone aquellos oscuros botones pertenecientes a mi saco, para luego tomar asiento en la oficina de mi padre, nos encontrábamos en nuestra casa, donde mi padre también tenía un despacho privado para trabajar en casa cuando no puede ir por alguna razón a las oficinas, no siempre acudía a sus reuniones, pero en esta, decidió que participe, tenía una ligera curiosidad de quien o quienes serían las personas con las que mi padre haría negocios, tal vez los hoteles Clark abran sus puertas aún más, o los restaurantes, quien sabe.

Así que allí me encontraba, en un rincón de la espaciosa oficina esperando pacientemente.

-Seguramente te preguntas hijo ¿Por qué estás aquí? - La voz gruesa de mi padre se dirigió hacia mí, observe a aquel hombre canoso con su traje perfectamente pulcro, sus zapatos bien lustrados y aquel rolex que adoraba - Podrás observar, lo que sucede con una persona cuando no se hace responsable de sus obligaciones, hijo mío, la regla número uno en los negocios es, no hay amistad cuando se trata de dinero.

Asentí ante las palabras de mi padre, las puertas de la oficina se abrieron dejando entrar a un hombre con algunos años de edad, empezaban a notarse las canas, pero aun tenia aquel cabello castaño claro, sus ojos eran marrones oscuros, bajo ellos, se dejaban ver grandes bolsas, demostrando cansancio, este hombre no tenía muchas horas de sueño, vestía una camisa de mangas largas color marrón claro como su cabello con finas rayas más oscuras para hacer juego, sus pantalones, negros algo viejos y los zapatos los traía sucios y malgastados.

-Richard Coleman, ha pasado tiempo - Se estrecharon las manos.

-Bueno Clark, he estado un poco ocupado - Admitió el hombre con cierto nerviosismo en su voz, fruncí el entrecejo inmediatamente.

-Supongo que has estado trabajando bastante - Mi padre se puso de pie, alejándose de su cómoda silla de escritorio, rumbo a su pequeña barra de tragos que tenía en la oficina.

-Hago lo mejor que puedo - Respondió el hombre con sinceridad, mi padre se sirvió un vaso con un poco de whiskey, luego sirvió otro, supongo que para el caballero. Observe hacia la puerta, allí se encontraban tres guardias con la mirada atenta hacia el frente.

-Entonces no estás haciendo demasiado, ya que aún tu deuda está por las nubes - Le tendió el vaso con el whiskey, Richard con nervios lo tomo, trago el nudo que se le formo en la garganta, mi padre podría ser muy intimidante si se lo propondría.

-Clark, solo necesito más tiempo - Expreso con preocupación el hombre, seguidamente bebió de aquel vaso sin despegar la mirada de mi progenitor.

-¿Más tiempo? - Pregunto con calma mi papá, lo cual me parecía extraño, soltó una pequeña risa de burla - Entonces tres meses y medio más de lo acordado no fue suficiente.

-Necesito que me des un poco más de tiempo - Suplico aquel hombre, mi padre se apoyó por su escritorio a unos escasos centímetros de el - No fueron unos buenos meses, debo mandar a mis hijas a la universidad y no tengo dinero para eso.

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