Maratón (2/5)

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Capítulo 6

... O no, esto no está pasando. Como pude me aleje de Aaron, no quiero hacer algo que no se debe mucho menos aquí en la piscina.

Megan vio que me alejaba rápidamente de Aaron y se acercó a ver qué me sucedía.

—Hey, ¿Qué sucede?

No sabía cómo explicarle lo que había pasado así que fui totalmente directa, —Aaron se acercó a mí y me pidió mi mano, ¿Va? —esta asintió— y yo me estaba negando pero me insistió, así que no me dió de otra que pasarle mi mano, pero al momento que hizo contacto con la de él está la bajo a su entrepierna...

—¿Se la estaban masturbando? —dijo con los ojos abiertos.

—No, no, yo nunca haría eso, menos con un chico que apenas le hable hoy.

—Oh, entonces si ya hubieses hablado con Aaron, ¿Lo hubieses masturbado en la piscina? —dijo picarona.

Mis mejillas comenzaron a arder, —No, como crees, en la piscina no.

—Anastasia, me acabas de admitir que se la masturbarias en otra parte que no sea pública.

Rodé los ojos cansada y me aleje de Megan. Llegue al lado de Jacob quien estaba hablando con Noah.

—Hola Ana —dijo Jacob mostrando una perfecta hilera de dientes blancos.

—Hola Jacob, ¿De qué estaban hablando?

—Le explicaba a Jacob como podemos tener tanta resistencia en los juegos de fútbol —dijo mirándome con esos ojos verdes tan hermosos que tiene— Bueno, como te explicaba, nosotros hacemos calentamientos antes de jugar.

—¿Por qué haces calentamientos?

— Porque si no los hacen pueden tener lesiones. Si tienes el cuerpo frío y haces alguna actividad física sin calentar, tienes más probabilidades de tener alguna lesión.

— Vaya, me sorprendes Ana —dijo Noah mientras me guiñaba el ojo— Bueno, después de calentar, hidratamos algo el cuerpo para luego entrar en juego. Pero si quieres tener mucha más resistencia en el juego, debes de correr todas las mañanas.

—Con razón Aaron siempre sale en las mañanas a correr —dijo Jacob revolviendo su cabello.

Estaba tan metida en eso de la resistencia que necesitan los chicos, que no me di cuenta cuando llegó Aaron a mi lado.

— ¿De que hablaban tanto? —dijo mientras me abrazaba por encima de mis hombros.

—Noah y Ana me explicaban por qué debían de calentar antes del juego y como tener más resistencia.

— ¿Ana explicando eso? Y yo que pensaba que odiabas el futbol.

—Pues no, me gusta, pero no lo juego porque la última vez que lo jugué termine con cinco moretones en mi pierna izquierda y con yeso en la derecha.

— Eso siempre te va a pasar, nunca estás a salvó de salir sin nada después del juego.

A lo lejos divisé a Michel, quien nos miraba como si nos quisiera matar por estar abrazados así.

Hice que Aaron agachara la cabeza para poder susurrarle algo al oído, —Aaron, Michel está mirándonos mal, es mejor que dejes de abrazarme.

Aaron miró en dirección donde se encontraba Michel y enseguida volvió a mirarme a mí, — Déjala, yo me siento bien así, ¿Te incomoda que te abrace?

Negué, en verdad se sentía muy bien estar abrazada así con Aaron y no sabía por qué.

—Hey, ustedes dos —dijo Alex refiriéndose a mí y a Aaron— Vamos a jugar Yo nunca eh...

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