capitulo 7

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Harta de una semana en la que solo habían deberes, novios a los que les tengo asco, amigas falsas y mas deberes, desperté ansiosa cuando el despertador marco las siete de la mañana del viernes.

Por fin solo tendría que soportar unas horas de clase y después me iría con Jess. De camino al instituto mi móvil empezó a sonar.

-hola cielo- dijo mama desde el otro lado del teléfono.

-hola mama, como va el viaje volvéis el lunes ¿no?

-sobre eso cariño... hemos tenido un problema por lo que tenemos que alargar nuestra estancia dos semanas más- la verdad es que no me sorprende.

-ah vale, no pasa nada, entonces nos vemos dentro de dos semanas. Te quiero mama.

-y yo a ti cielo.

Y ahí termino la conversación con mi madre, la verdad es que no me llamaba mucho y cuando yo lo intentaba nunca me cogían el teléfono debido a que estaban reunidos o eso era lo que ellos me decían. Pero no me importaba nunca he estado muy unida a mis padres, cuando era pequeña fueron las niñeras las que se ocupaban me mi y ahora que soy mayorcita se me cuidar yo solita.

Ya en clase de literatura (se podría decir que es la clase que mas odio, aunque mis notas siguen siendo impecables) me senté en mi sitio habitual estaba casi al fondo de la clase y sin nadie que ocupara la silla del lado.

El profesor entro en clase y hoy era el día en el que repartiría el trabajo del semestre, por lo que nos dijo en clases anteriores este contaría un 75% de la nota final, lo que significaba que con este trabajo me jugaba la nota del curso en esta asignatura.

-como ya sabéis, hoy es el día en el que asignaremos los trabajos. Y también las parejas que los realizaran.- espera, acababa de decir parejas, ¡ohh no! me negaba a hacer el trabajo con alguno de estos incompetentes.- la persona con la que compartiréis este proyecto será la que comparte asiento con vosotros.

Todos se voltearon a ver a la persona de su lado, genial yo estaba sola. Por lo que podría hacer el trabajo mejor y no tendría que hablar ni quedar con alguno de estos tarados.

-Espero que todos os llevéis bien entre vosotros porque durante los próximos meses vais a tener que compartir mucho tiempo con la persona con la que os ha tocado, ya que este trabajo no va a ser fácil vais a tener que realizar distintas investigaciones sobre el tema que os toque, y para hacerlo todavía más interesante queda prohibido el uso de internet. Por lo que vais a tener que usar una cosa llamada libros, si si, estoy hablando de esas cosas antiguas que no son táctiles y que tienen muchas hojas, y esos libros se encuentran en las bibliotecas.

Toda la clase empezó a susurrar y a quejarse. Esto iba a ser muy complicado, pero no me detendría, sacaría un sobresaliente.

-Ah y se me olvidaba, señorita Anderson.

-¿Si señor?- conteste, me imaginaba que me iba a decir que tendría que hacer el trabajo sola, casi daba saltitos de alegría.

-Usted ara el trabajo con el señorito Alex Leister.

En ese momento juro que los ojos se me salieron de las órbitas y el corazón se detuvo.

-Pero señor, Alex no viene nunca a clase, es mas no sabía ni que estaba en esta clase, ni siquiera lo conozco.

-No hay pero que valga Emma. Usted ara el trabajo con él y no se hable más. Hablara con él y se lo explicara todo y como en la próxima clase del lunes no estéis los dos aquí os suspenderé el trabajo. Así que más le vale implicarse en esto.

-pero como voy a hacer yo que Alex venga a clase, no se ha presentado en todo el mes que llevamos de curso.

- ¡he dicho que no hay pero que valga! Ese es su problema Anderson, no el mío más le vale ponerse las pilas.

Ay viernes viernes, tan esperado viernes... te has convertido en mi peor pesadilla querido viernes. 

No lo podía creer, ahora tendría que buscar al impresentable de Leister y hablar con él y no suficiente con eso tendría que pasar baste tiempo con él. ¿Podría haber algo peor en este mundo? Claro está sin contar la ropa de segunda temporada...

Me puse a maquinar un plan mentalmente, primero tenía que encontrar a ese idiota, paso dos tendría que hablar con él lo que significaría contener la rabia y las palabras mal sonantes que quisieran escapar de mi boca en esos momentos, y tercero y último paso tendría que convencerlo o mejor dicho obligarlo a que el lunes se presentara en clase. Y lo peor de todo es que tenía que hacer todo esto sin usar ni una pizca de violencia. GENIAL.

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No tenia ni la menor idea de donde se podía encontrar Alex, no sabia nada sobre él.

Intente hablar con Jess para conseguir algo de información pero parecía ser que ese chico era todo un misterio, era como si no existiera. No había rastro de el en ninguna de las redes sociales y aunque me jugaba mucho en este trabajo no podía presentarme en casa de Alice, eso seria demasiado.

-venga Jess tenemos que averiguar algo, no puedo suspender la asignatura

Estábamos en mi casa intentando idear un plan para poder encontrar donde se escondía en sus ratos libres el chico de ojos verdes.

-Te lo prometo Em, no se nada sobre él, nadie lo sabe. Desde que llego al instituto ha sido como una sombra de la que todos huíamos.

-no puedo creer lo injusto que ha sido el profesor. Yo no me merezco esto-tiene que haber algo que podamos hacer. Piensa como si fueras Leister, ¿Qué harías esta noche?- fue ahí cuando mi cerebro empezó a funcionar.

-pues seguramente iría a un puf donde van todos los chicos malos, y después buscaría una chica con la que pasar un rato

-vale, hoy es viernes, por lo que todos los pufs están abiertos ahora solo tenemos que encontrar el puf donde irá él.

Esto era como misión imposible había demasiados locales como para encontrar justamente el que Alex iba. La habitación empezaba a oler a quedado, seguro que eran nuestros cerebros de tanto pensar, no estábamos acostumbradas a esto.

-Emma mira esto, esta noche abren un nuevo puf en el centro, y mira lo que pone en la descripción, parece un lugar de tipos duros.

Le cogí el móvil a Jess y empecé a revisar toda la información sobre ese nuevo establecimiento, era un antro supe extraño, definitivamente íbamos a ir.

-Perfecto, iremos allí, nos quedan dos horas para arreglarnos.

-Pero tía, ¿Cómo se supone que va a gente vestida a estos sitios?- me preguntó Jess

-La verdad, es que no tengo ni idea, pero por lo que veo en las fotos, con ropa oscura y que cubra muy poco, vamos lo que sería una mezcla entre zorra y gótica

-No es por nada, pero ¿tú tienes ropa de furcia gótica? Porque yo no -dijo Jess

-seguro que algo encontramos en mi vestidor.

Después de minutos de exhaustiva búsqueda encontramos la ropa perfecta para presentarnos en el Fonda's por si no lo sabíais ese es el nombre del bar. Por mas que me miraba en el espejo era incapaz de reconocerme, esa que veía ahí no era yo.

Llevaba un falda corta de cuero que se ceñía a mis curvas junto con un top negro también con unas pequeñas lentejuelas. Este modelito dejaba muy poco a la imaginación, dando una vista perfecta de mis largas piernas, mi abdomen descubierto y más escote del que yo llevaría normalmente. Estaba realmente cambiada. Solo faltaba el peinado y el maquillaje. En cuanto al peinado decidí dejármelo con mis ondas naturales pero con el maquillaje me atreví un poco más. Un delineador negro un poco más grueso de lo habitual con unos labios rojos sangre.

Nos enfundamos los tacones y ya estamos listas para irnos al garito de los moteros. En estos momentos solo rezaba para que Leister estuviera allí.

Decidimos ir con el coche de Jess, ya ella levaba menos tacones y había menos posibilidades de que acabara bebida. 

la escalera de la popularidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora