Al ritmo de la canción mis caderas se mueven lentamente. Tus dedos recorren cada vértice de mi espalda. Suave. Con delicadeza.
Nuestras respiraciones se escuchan al unísono. Tan relajante. Y a la vez excitante. Nuestros besos bailan un vals en la lujuria. La muy nuestra lujuria.
Mis dedos transitan tu torso desnudo con elegancia. Mis mechones de pelo caen, y tú con sutileza los apartas. Dejas un recorrido de besos en mi cuello haciéndome temblar. Nuestras manos se entrelazan con facilidad, encajándose a la perfección. Muerdo tu labio con vehemencia, con ganas de más. Tú me respondes de la misma manera haciéndonos vibrar.
Nuestro baile de besos empiezan a dar paso a una danza de tango con auge. Capturas tu labio inferior y sabes que me pierdo. De mi ser, sale un gemido diminuto y tú te ríes. Me encanta tu risa. Nuestros jadeos empiezan a coger sentido. Ya no van tan unísonos, se descontrolan.
Mis dedos hacen un trayecto largo por tu dorso firme. Me besas con pasión. Hay fuego. Bochorno en un día de lluvia.
Nos movemos al ritmo de una canción que se escucha por la radio. Ya no es lenta. Es veloz. Veloz como un rayo. Hay pasión. Complicidad. amor. Caricias que queman. Hay llamas en esta hoguera prendida. Cálida. Muy cálida. Poco a poco, sin prisas de más, el deleite protagoniza este baile de emociones haciendo paso a un apogeo pasional.
Mirándonos a los ojos, diciéndonos absolutamente
todo.
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Todo pasa por algo.
Historia CortaHistorias cortas en las que te sentirás identificado/a o no. Historias cortas en las que te harán llorar o reír. Historias cortas en las que amarás u odiarás. TODO. Absolutamente todo puede pasar al leer una historia corta. Solo sabemos una cosa: Q...