Maktub. Ya Estaba Escrito.

Capitulo 5

Ya llevo una semana en Fest. No ha sido fácil el cambio. Extraño a mi isla, mis amigas del colegio, mi casa pero sobretodo extraño a mi madre.

- No llores mas Jade. Ya ella no esta y así Alah lo quiso. No debemos llorar mas de lo debido por los muertos. Ellos merecen descansar en paz. Así que seca esas lágrimas y sonríe. - me había dicho Soraima hace penas unos días. Cuando ya se canso de verme llorar por madre. Medite mucho en sus palabras y tiene razón. Debo recordarla con alegría. Como era ella. Alegré. Siempre danzaba nuestra musica y soñaba con estar aquí. Y si Alah lo quiso así quien soy yo para ir en contra de la voluntad de Dios.

- Lala Jade, Sidi Alin la esta esperando en su oficina. Yala -.

- Si ya voy Soraima. -

- Ya sabes como es. No le hagas esperar. -

-Waja, esta bien. -

Dejó el Corán en mi mesa de noche. El Corán es el libro sagrado. Hay están las escrituras del profeta. Es nuestra guía. Solo manos limpias pueden tocarlo. Y cuando una mujer lo va a leer. Debe de ser en silenció y con el velo. De igual manera debemos estar cuando vamos hacer las oraciones. No es correcto que si hay un hombre presente la mujer haga la oración en voz alta porque distrae al hombre de su deber con Alah.

- Mando a llamar Tio. Estaba leyendo el Corán. Justo donde me indicó. -

- Muy bien sobrina. Mañana te tomare la lección. Ahorra quiero que vayas con Soraima al aeropuerto. Tu prima Leticia llega en unas horas a Marruecos. -

- Como usted mande. Tio puedo hacer una pregunta. - con un asentimiento de cabeza prosigo. - Porque Leticia no vive aquí. Según se ella también esta bajo su cuidado.

- Y quien dice que no vive aquí. Claro que vive aquí Jade. Pero estaba de viaje con su equipo de fútbol en una competencia en el Cairo. Llega hoy y no puedo pasar por ella. Debo ir al mercado de camellos. - contesto mi tío no muy contento de que dudara que mi prima viviese aquí. Yo no había preguntado antes por estar embelesada con el cambio. Mas las lecciones del Corán no me dejan mucho tiempo. - Hay algo mas que quieras hablar conmigo Jade.

Era ahora o nunca. Debía hacerlo. - Tio vera. Antes de venir para acá. Mi madre había prometido que yo iría a la facultad de medicina. Quiero ser medico pediatra. Y al ya eso no ser posible por venir aquí. Quería saber si usted me da el permiso de poder estudiarla aquí en Marruecos. No habló árabe pero se que hay escuela en inglés y yo lo habló perfectamente. -

Mi tío me observo en silenció y no tuvo reacción algún mientras hablaba de mis deseos a estudiar aquí. De mis sueños. No quería sonar desesperada y que se negara. Trate de hablar lo mas en calma posible.

- Jade. No te prometo nada. Deja que lo medite y en un mes tendrás mi respuesta. -

- Un Mes tío. - no pude contenerme.  Tenía que esperar todo un mes para saber si mis sueños se cumplirían o no. Al menos no se negó rotundamente. Lo pensara no. Pues no debo darle motivos para que se niegue. - lo siento Tio no fue mi intención. Solo me sorprendí. Pero es justo que lo meditéis. Sea cual sea su respuesta yo la aceptare. Y se lo agradezco enteramente. Voy por Soraima para decirle he irnos.

- Ve con Dios Jade. No tarden mas de lo debido. No creo tardar mucho hoy en el mercado. Pero tampoco podre llegar a tiempo a por Leticia. Ya Soraima lo sabe. Debe de estar esperando por ti para irse.

Y así fue. Salí a toda prisa de aquel lugar. Deseaba tanta salir por la medina. Desde que llegue no había salido de casa. Y ya me estaba comenzando a dar curiosidad.

- Soraima, ya estoy lista nos vamos cuando quieras. - le indique tan pronto como llegue a ella que estaba como siempre en la cocina. Estaba dando los últimos toques a la cena antes de partir.