𝐇𝐎𝐍𝐄𝐘 ━━━ nathloe

━━✧DOCE.

CAPITULO DOCE

DE FELICES PARA SIEMPRE Y OTRAS MENTIRAS

El patio del hospital general de París estaba en caos, todos iban de un lado para otro tratando de acomodar lo que podían del escenario, habían tenido casi un día de retraso después de que Adrien se perdiera mientras hacían compras en Ikea, se volviera tendencia mundial en twitter y Gabriel Agreste hiciera un numerito de drama amenazando con acabar con todos por perder a su hijo. Pero más importante era el poco tiempo que eso les dejó para tener un ensayo adecuado, estaban yendo a presentarse con toda su fe depositada en que se trataba de niños y probablemente no notarían el tartamudeo de Marinette.

Luego se darían cuenta que se necesitaba más que fe.

Myléne daba apurados pasos de un lado a otro tras bambalinas, sus nudillos estaban blancos de presionar la tabla donde mantenía la lista de cosas que debía revisar. A decir verdad todos estaban apresurados en ese momento al igual que ella acomodando sus vestuarios y maquillaje, tal vez debieron tener un ensayo usando los trajes antes, pero era inútil arrepentirse ahora, los niños sin duda notarían que no se trataba de profesionales pero igual sonreirían, lo que preocupaba un poco más eran el selecto grupo de padres a los que se había extendido la invitación. Con figuras como la pareja Beourgeois, Tomoe Tsurugi y la versión virtual de Gabrielle Agreste que compartían un juicio critico lo mínimo que podían hacer era preocuparse.

—Myléne— Marinette tratando de llamar la atención de su amiga grita a sus espaldas.

Aquí iba otra vez.

Trató de ir esta vez por fingir no escucharla. Aumenta ritmo de sus pasos para dejarla atrás, pero quién diría que Marinette era tan rápida, se para enfrentándola en un parpadeo.

—Oh, ¿Chloé, me llamaste?— se voltea Myléne fijando su atención en la rubia que se encuentra en el tocador un par de metros más allá.

Marinette se estremece como un gato, había estado evitando a Chloé en todo momento los últimos días creyendo que sí la rubia presionaba sus botones explotaría y terminaría arruinando la obra.

—Myléne tienes que cambiarme de papel, por favor, te lo ruego.— pide juntando sus palmas mientras no deja de seguirla.

—Marinette falta menos de una hora para que inicie la obra, no puedo cambiarte de papel a estas alturas.— le responde en un susurro que más parecía un grito solo para la chica de coletas, por lo que esta la toma del brazo.

—Me dejaste al último a propósito, te olvidaste de mi y terminaste dándome el peor papel, ¿Por qué? sabes mi nivel de ansiedad ante multitudes además estoy tan ocupada con todo que no creo poder hacer un buen personaje.

Myléne soltó un suspiro ante el balbuceo típico de su amiga.

—Lo siento de verdad, traté de emparejarte a ti y Adrien con los papeles principales— confiesa, dándose cuenta del estrés por el cual la chica de coletas atravesaba.— incluso introduje el papel del príncipe tarde en el sorteo, pero supongo que Chloé simplemente estaba destinada para ese rol.

Marinette suelta un suspiro que no sabía que estaba aguantando. Siempre les había rogado a sus amigas por ayuda para tener una oportunidad con Adrien, que era justo lo que Myléne había tratado de hacer ahora, ayudar. Ella estaba haciendo un alboroto en lugar de ayudar con la obra después de las buenas intenciones que Myléne había tenido.

—No te llamé— Chloé contesta en ese momento, sacándolas de su burbuja a ambas. Se encontraba frente a uno de los espejos de los tocadores arreglados en fila retocando su maquillaje con la ayuda de Sabrina, por el momento solo llevando los pantalones ybotas correspondientes a su personaje y una camisa blanca holgada. —Tengo todo bajo control, soy la actriz ideal.— aclaró, echando su cabello hacia atrás.