004. Nervios

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-Kayla, ¿de quién es ese reloj tan grande?

Estamos sentadas desayunando, para que Lean pueda ir al colegio. Aquella pregunta acompañada con los atentos ojos de Lean posicionándose en el mencionado reloj me hace volver a la realidad.

-Oh ¿esto? -pregunto levantándolo, a lo que ella asiente- pues verás, hace tres días, en mi turno volvió aquel chico, Santiago, no sé si lo recuerdes...

Antes de continuar contándole, recuerdo que debo llamarle la atención.

-Pero claro que lo recuerdas, si hasta le dijiste mis nombres. ¿Por qué Lean? Sabes que está mal darle datos personales a un desconoci...

Me tapa la boca con su mano y empieza a reír. La miro con el seño fruncido y espero a que hable.

-Antes de que continúes hablando sin parar, yo no le di tus nombres, Kayla -dice, a la misma vez que destapa mi boca-. Y siento hacer esto, pero cada que quieres llamarme la atención, no hay quien te calle -suelta en medio de una risa.

¿Mentir? No lo creo, ella nunca lo hace. ¿Y si no fue ella? ¿Claire? Sigo sin creerlo, es imposible que Claire haya sido.

La miro con confusión y ella continúa viendo el reloj, al mismo tiempo que me insta a seguir contándole cual es la historia del reloj.

-Bueno, como te decía, volvió Santiago y empezó a querer entablar una conversación conmigo.

-Y tú lo trataste de la forma más seca, ¿verdad?

Asiento en contestación. Esta pequeña me conoce demasiado.

-¿Por qué lo evades? ¿Te gusta?

-¿Pero qué dices? ¡No! -digo a toda prisa, sintiendo que el color rojo vuelve a mi rostro-. ¿Por qué crees eso?

-Bueno, porque siempre que se aparece te pones nerviosa, hablas incoherencias como: "¿Tu café está muy caliente? Si quieres te lo enfrío" -dice burlándose de mi, en recordatorio a lo que le dije a Santiago aquel día que vio a Lean.

-¡Vamos! Pero yo soy torpe 24/7. Eso no demuestra nada -expreso cruzándome de brazos.

-Bien, pero no entiendo cómo llegó a parar el reloj en tus manos. ¿Un soborno tal vez? -bromea.

-Por supuesto que no -digo riéndome-. Después de tratarlo así y sentirme culpable, Claire me llamó a su despacho. En cuanto salí y me dispuse a limpiar el lugar en donde él había estado, lo vi y Claire me dijo que lo guardara hasta que él aparezca. Cosa que no creo que pase después de cómo terminaron las cosas hace tres días -termino de hablar lanzando un suspiro.

Soy consciente de que la manera en que lo trato está mal, pero no sé el porqué.
Apenas y lo conozco hace una semana y me comporto así.

Lean me saca de mi ensoñación cuando lleva su taza al lavabo y se pone la mochila en los hombros. Guardo el reloj en mi morral y me lo cuelgo también.

Ambas subimos a la habitación de mamá, avisándole que ya nos iremos a hacer nuestras respectivas labores.

La dejo en la escuela y se despide con un beso a la mejilla, pero antes que me retire se acerca a mi para decirme algo.

-Kayla, si hoy lo ves, no vayas a hacer lo mismo que las otras veces por favor. Dale una oportunidad y verás que quizás lleguen a ser buenos amigos.

A su lado aparece su amiguita y ambas entran juntas a la escuela, sin embargo lo que me dijo me deja pensando.

Quizás, sólo quizás, Lean tenga razón.

Me apresuro a llegar a la cafetería. Entro y saludo a Claire y Jade, quienes al parecer son las primeras en llegar. Bajo las cortas escaleras hacia el pequeño espacio en donde dejamos nuestras pertenencias y me pongo mi delantal propio fe Claire's.

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⏰ Última actualización: Dec 21, 2017 ⏰

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