En esta casa se lleva a cabo un reallity show donde se graba todo lo que sucede o mejor dicho todas las locuras que hacen los signos zodiacales.
¡Me baso en blogs de astrología! No pretendo ofender a nadie con esto, es solo para pasar el rato y que...
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Ah, aquí están. Bienvenidos sean a ¡La casa del Zodiaco! estamos en vivo esperando a que nuestros doce invitados lleguen. Hemos mandado a nuestros choferes astrales por ellos, con coches de lujo para dar buenas impresiones y que el ranking suba al tope. Yo, Ofiuco, seré su anfitrión por lo que dure el programa, que esperemos que sea por mucho, mucho, muuucho tiempo. Ustedes me entienden. ¡Oh! ¡Aquí vienen!
Y para hacer esto más entretenido mientras hacen su llegada, hablemos un poco acerca del nacimiento de cada signo, hablando metafóricamente claro. *Coff coff* Bien, comenzemos:
(Se escuchan sonidos de relámpagos, viento agitado, tormenta eléctrica)
Ofiuco:Cuando la última gota de lluvia rozaba la tierra ahora infertil de marte, el carnero surgió. Su fogocidad era tal, que evaporó toda posible humedad del planeta rojo, hasta volverlo su hogar. Con ustedes..
¡Aries!
Una chica de largo cabello castaño ondulado baja del lujoso auto negro y lo que la hace resaltar son esos magníficos cuernos de carnero que hacen armonía con sus ojos naranja brillante. De piel ni tan canela ni tan blanca; llevaba una toga roja y la maleta cargando con el brazo derecho. Le dedicó una mirada de seguridad a Ofiuco y se acercó a él con los brazos cruzados y una sonrisa de medio lado.
Aries: ¿Sonidos de relámpagos? ¿En serio?
Ofiuco: Así es mi querida Aries, todos sabemos que como buen signo de fuego que eres, eso te hace...
Aries toma a Ofiuco del cuello con algo de fuerza y lo acerca hasta su rostro con hostilidad pero sin perder ese aire femenino.
Aries: No te atrevas a decir que soy temperamental, ¿escuchaste?
Ofiuco: Claro, claro. Entiendo. Ahora, suéltame querida Aries. Ya puedes entrar a la Casa del zodiaco si eso deseas.
Aries: Gracias, pero no. Esperaré a Libra.
Dijo la chica mientras se acomodaba el cabello a un lado al mismo tiempo que ponía la maleta enfrente suyo.
Ofiuco:¡Como no lo imaginé! Si su afinidad es excelente.
Ofiuco se acomodó el cuello de la camiseta mientras le dedicaba una mirada a Aries, esperando ver alguna reacción de desagrado pero no fue así. A lo lejos, un auto se acercaba.
¡Pero miren! Aquí viene nuestro segundo invitado ¿Quién será? Bueno, los citamos como el orden de las estrellas pero todo puede suceder.
