-Señorita, por aquí nos tardaremos más, ¿Qué le parece si entro por la avenida Carranza?- me dijo el chófer, esta vez el tono que usó me pareció mejor y creo que era una buena idea, ahí abría menos tráfico.
-Esta bien, valla por Carranza, pero en la tercera calle de vuelta a la izquierda para salir más rápido a Cuahutémoc, por favor-
-Como usted diga- contestó con el mismo tonito que al principio.
Entramos a Carranza y efectivamente el tránsito era más fluido, ya casi llegábamos a la calle que dije cuando tocó el semáforo en rojo y nos detuvimos, aproveché para contestar unos mensajes de Whatsapp y le dije a mi mejor amiga que ya casi llegaba.
No me di cuenta cuando avanzó el chófer, dejando atrás la calle que le dije.
-Disculpe se acaba de pasar la calle que le había dicho- dije algo preocupada y molesta a la vez
-Si lo siento, en la siguiente doy vuelta- me contestó calmado
En la siguiente calle dió vuelta como me había dicho, pero esta calle estaba muy sola, no pasaba gente, ni carros y negocios no había ni uno.
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Mi último día.
Historia CortaEsta historia es sobre lo que estamos viviendo como país, como estados, como sexo, como mujeres, algo desagradable, pero que es nuestra realidad.