Capítulo 27 ⚡️

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Habían pasado tres meses desde que Perrie se había ido y la primera tormenta real desde su partida llegó en una tarde de febrero. Jade había estado bebiendo todo el día, pero eso no era nada nuevo. Ella había estado bebiendo en un estupor desde que Perrie se había ido.

Sin embargo, al sonido del trueno, Jade sabía que necesitaba llegar a la playa. Aunque ella no era una idiota. Sus padres habían muerto en un accidente por conducir ebrios y ella sabía que no podía ponerse detrás del volante.

Pensó en invitar a Karl o a Harry a dar un paseo, pero decidió que merecía que la lluvia cayera sobre ella mientras bajaba por las dos millas por la carretera del condado hasta la playa.

Las lágrimas no comenzaron hasta después de que ella borracho recorriera el sendero que había corrido años antes, la noche de su primer beso, cuando usaba anteojos y veía el mundo como infinitamente lleno de posibilidades. No pasó mucho tiempo antes de que se estuviera derrumbando en la playa, agarrándose a la arena como si fuera un salvavidas, incluso cuando se deslizaba entre sus dedos.

Ella escuchó el trueno y vio el rayo incluso a través de los ojos cerrados. Sabía que la tormenta estaba encima de ella. Ella suplicó que un rayo la golpeara. Le daría una salida fácil, una que probablemente no merecía, pero quería de todos modos.

Al principio, pensó que había imaginado borracha unos brazos a su alrededor, atrayéndola en un abrazo familiar. Se negó a abrir los ojos, porque no quería enfrentarse a la realidad de que estaba sola.

"Vas a superar esto" la tranquilizó una voz, y Jade se vio obligada a darse cuenta de que no se lo estaba imaginando.

"¿Papá?" preguntó ella, abriendo los ojos, sin dejar de dejar que el hombre la abrazara. "¿Alex?" ella se corrigió a sí misma.

"Todavía soy tú papá" habló Alex, frotando círculos en su espalda.

"Ella se ha ido" hipó. "Ella realmente se ha ido"

"Solo está un poco perdida" respondió Alex. "Encontrará el camino de regreso a nosotros, sé que lo hará"

Jade quería creerle, realmente lo hizo, ella asintió.

"Deberíamos salir de aquí antes de ser alcanzados por un rayo" dijo Alex.

Jade rápidamente tomó su entorno y se rió entre dientes, sabiendo el lugar exacto en el que había aterrizado en la arena. "Los rayos nunca golpean en el mismo lugar dos veces" explicó. "Esto ya ocurrió hace diez años"

"Vamos" Alex levantó a Jade, imaginándose que solo estaba hablando tonterías borrachas.

"¿Cómo supiste que estaba aquí?" Jade preguntó.

"Debbie te vio caminando por la carretera, tenía la sensación de que sabía hacia dónde te dirigías" Alex le dio una respuesta. Una vez que estuvieron a salvo en la camioneta de Alex, el hombre volvió a hablar. "Puede necesitar un poco de orientación, pero sé que Perrie volverá. Tiene que hacerlo" Esta vez, cuando Alex habló, sonó más como una oración que otra cosa.

"La encontraré" dijo Jade, la idea comenzó a formarse en su cabeza.

Una semana más tarde, Jade estaba en un vuelo hasta Nueva York.

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