Capítulo 1, parte 3- Tras la sombra del papel.

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Punto de vista de Samuel.

Luego de tomarme una pequeña ducha y cambiarme fui a jugar un ratito con Kira. Todavía no creo que ya casi va a ser un año desde que la tengo y sigue casi igual, salvo un poco su tamaño y su "voz", por así decirlo. Tomé un pequeño ovillito de lana que encontré por ahí en un cajón y empecé a jugar con ella, y por Dios, ¡que tierno que es entretener a este animalito!

Kira jugaba muy concentrada con su pequeña bolita de lana celeste hasta que, estaba tan ensimismada que se escabuyo tras esa pelotita hasta la habitación de Samuel.

-Kira, ¡no! -Dijo el chico con barba a medio crecer cuando vio que su mascota se acercaba al armario remendado de él. Aún así, el animal no le hizo caso y sólo jugó más, tirando sin querer el ovillo abajo del ropero.

-Y eso que te avisé, pequeñaja -Dijo Vegetta y luego se agachó acostándose completamente para abajo y estirando una mano hacia el bollito de lana, pero no era lo único que había allí. Un papel cubierto por polvo y pelusas estaba en el fondo de ese lugar oscuro.

El chico sacó él ovillo y lo arrojó lejos, haciendo que su gatita gris y suave vaya tras él, para luego buscar la escoba y sacar ese papel. Se acostó nuevamente y con el palo del escobillón intentaba sacar el papel

-Vamos Samuel... Tu puedes -Se decía él mismo estirándose hasta llegar y sacarlo. Sopló sobre el papel y el polvo le saltó en la cara, haciendo que estornudara. Luego, vió que se trataba de un sobre. Extrañado, lo analizó y vio que decía: "Para Samuel."

-¿Para mí? -Decidió abrir el sobre (ya abierto desde antes, de hecho) y sacar lo que contenía adentro. Al observar de qué se trataba no se contuvo y lo cerró rápidamente para apoyarlo contra su escritorio, quedándose él con una sensación de remordimiento, angustia, tristeza que se arremetían directamente en su garganta, tanto que ni siquiera derramó una lágrima, sólo fue hasta su cama y se sentó allí mirando al suelo.

-C-Cómo olvidarla...-Susurró levemente él y se quedó allí, sentado y con un nudo enorme en la garganta. Toda una mezcla de sentimientos lo recorría, recordando momentos nostálgicos de aquella época. Miró él móvil y dudo dos veces, pero no más, así que lo agarró y fue directamente a la casilla de mensajes de WhatsApp.

No se sorprendió a ver que el primer contacto con un mensaje sin leer era de Rubén, pero sí hizo que su corazón se estremeciera y no supo si se trataba de que este latía más rápido o se había detenido del todo. Afortunadamente -o no- lo único que este mensaje contenía era una foto, pero no llego a abrirla y verla, ya que en ese mismo instante cambió a "🚫Este mensaje ha sido eliminado"

Lo único que salió de Vegetta fue una lágrima de su ojo derecho que cayó en su bermuda de jean, haciendo que se moje levemente y allí haya una manchita oscura que con el pasar de los minutos se iría. Él no lo extrañaba, no, sólo extrañaba esos momentos tan memorables, tan amorosos, tan entrañables, o así era como se lo hacía creer él.

Por su parte, Rubén estaba súper felíz, ¡su móvil estaba prendido! Y aunque le costó casi el doble se lo repararon en cuestión de horas.

Lo primero que hizo, obviamente, fue entrar a WhatsApp e ir al chat de su ex. Vio el mensaje, río levemente y aliviado por que no lo había visto todavía y sonrió al ver otra vez el meme desastroso, pero esa risa cesó al ver que Samuel estaba en línea.

Lo único que hizo fue borrar él mensaje para ambos y salió rápidamente de la conversación. No le preocupó mucho, casi nada al ver que no había sido visto. Como seguía con su amigo Mangel, fueron juntos a un McDonald's y almorzaron allí.

Yo te sigo amando. [Rubegetta]Where stories live. Discover now