Capítulo 3

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Narra ______

-¡___! ¡NO TE ATREVAS A IRTE!

Vociferó mi padre desde la puerta de la casa, mientras yo me subia a mi preciosa Yamaha YZF-R6 morada con una sonrisa en el rostro. Había trabajado duro, bastantes veranos y tardes con mi papá por ella así que la cuidaba con mi vida.

Realmente me veía cool en ella, joder cada vez que me subía a ella sentía que podía llevarme a quien quiera a la habitación.

Me coloqué el casco y aceleré dejando que el par de ruedas me llevaran por la carretera hacia el lugar. Me llevó unos diez minutos mas o menos llegar a la casa de mis dos amigos, Hunter y Andrew.

Al llegar ellos ya me esperaban recostados en el capo de su auto.

Bueno, el que estaba recostado era Andrew, Hunter estaba sobre el devorandole la boca como de costumbre. Subí el visor de mi casco unos pocos centímetros para apreciar sus muestras de amor.

—¡Eh! ¡Tortolitos! Guardense las demostraciones de amor publicas para cuando yo no esté alrededor

Bromeo aunque en el fondo sabía que me encantaba verlos.

¡Que viva el amor!

Ellos me miraron sonrientes y se separaron, un poco, solo un poco. Suficiente para mi deleite.

—Ambos sabemos que pagarías por ver algo más que besos, voyerista.

Exclamó Hunter pasando a manosear a su novio en señal de "algo más que besos". Seguido de eso, explotó a carcajadas junto con Andrew mientras yo me sonrojaba. A esos malditos nunca podía ganarles ni una.

—Idiotas...

Murmuro para mi cruzando los brazos sobre mi pecho. Los dos novios tardaron en recuperarse de su pequeño ataque de risa que duro aproximadamente una hora.

Si, exagero. Solo fueron como cinco minutos burlandose de mi.

—Ya vamonos par de tontos. Se nos hará de noche y no podremos ir al Living por su culpa.

Ambos asintieron dandome la razón y se subieron a su auto. Se pusieron a mi lado y Andrew me propuso una carrera al bosque a lo que yo estube de acuerdo. Bajé el visor y encendí la moto que avanzó con mi agarre en el acelerador, dejando a los chicos atras lo que no duro mucho ya que no tardaron en alcanzarme. Aumente la velocidad de la moto y logré revasarlos.

Los chicos lograron pasarme varias veces, pero yo volvía a sobre pasarlos. Y al final yo terminé por ganarles. Y como era previsto, esos malos perdedores se negaron a aceptar mi victoria.

Dejamos nuestros vehículos estacionados a un lado de el edificio abandonado al cual llamamos el Living, ese era nuestro lugar especial los chicos y yo lo habíamos encontrado cuando teníamos unos 10 años cuando estabamos en un campamento desde ese entonces este fue nuestro lugar secreto. El Living era un hotel un poco famoso en el pueblo hace ya muchos años, unos veinte aproximadamente, segun el internet. El dueño del hotel murió y el heredero no supo como manejar el hotel, así que por consecuencia este cayó en quiebra. El edificio está situado a mitad de el bosque un poco escondido entre los arboles por lo que era un poco dificil de encontrar. Sin embargo, para nosotros era absolutamente perfecto.

Abrimos la puerta y entramos, los chicos inmediatamente se fueron a un lugar por allí a hacer unas cuantas cosillas, de todo menos hetero.

Mientras tanto, yo fui a dar un paseo por el bosque. Atardecía en el horizonte, no era algo que me preocupaba, ya que me gusta más deambular por el bosque de noche. Algo ligeramente intrépido por lo que podrían llamarme singular algunas veces.

Caminé con el crujir de hojas secas bajo mis pies. En el ambiente hay algo de frío que se cuela por mi ropa no era algo molestoso. Podía decirse que hasta reconfortante pues la brisa era fresca. Seguí caminando escuchando los animalillos, con el ligero viento que surcaba por los árboles moviendo sus hojas. Me gusta la tranquilidad de el monte. En las películas los bosques pintados de noche son terroríficos. Este es hermoso.

Crack... Crack... Crack...

¿Qué ha sido eso?

Crack...crack...crack...

Como si fueran huesos rompiéndose por que es tan seco y duro aquel sonido que o me hace reconfortante con que son solo ramas pisadas por algún animalito. Con algo de miedo y maldiciendome por ser tan impertinente cuando tengo curiosidad, caminó hasta el lugar en contra de todo mi sentido de la supervivencia que me dice que no acerque a donde proviene el sonido.

Detrás de unos arbustos logro ver una figura grande moviéndose de extrañas maneras, aún así parece es una persona.

—Ah...

Se oye un quejido que es una voz masculina.

—Oye... ¿Estás bien?

Me acerco al sujeto. Puedo verlo mejor y aún sigue moviéndose. Veo su piel que es nivea, pero hay dificultad para verle la cara ya que tiene la mirada baja.

—Vete de aquí, ahora...

Me lo dice con una voz rota y que se corta en algunas palabras de su corta frase. No hago caso a lo que me dice y me acerco a ayudarle porque parece adolorido. Quizás esté herido.

Crack...

El sujeto se estremece puedo verlo a través de la luz tenue de una luna sobre nuestras cabezas, su piel clara está perlada pues el sudor está allí pegado a ella. Siguiendo mi instinto intento ayudarle a levantarse, pero su mano toma la mía y me lo impide.

—Te he dicho que te vayas.

El hombre aprieta mi mano fuerte haciendo que sienta un punzante dolor en ella.

Gimo de dolor por su agarre que se afianza y se hace mas fuerte hasta que oigo el crujir de mis huesos. El dolor de una fractura es inmenso y más mi miedo pues el hombre que finalmente suelta mi mano, tiene tanta fuerza como para fracturarla. Ya para eso me estoy ahogando en lágrimas.

De pronto levanta su cara y lo que veo en ella horrendo. Su cara no es de un hombre, es como la de un payaso macabro con sus dientes afilados y amarillentos que sobresalen de su boca, sus ojos son saltones y del color del oro que me miran atentamente.

No puedo gritar es como si mis cuerdas vocales estuvieran cortadas bajo el hechizo de su mirada.

¡Vete!

Me grita con su voz distorsionada. El hombre no conserva ya la voz humana y mi cerebro capta la orden. Salgo corriendo de allí como si me persiguiera o quizás es en solo mi mente que puedo escuchar sus pisadas tras las mías.

El Lado Oscuro De Bill [Bill Skarsgard Y Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora