Estaba muy nerviosa, a decir verdad, aterrada. Jamas en mi vida pensé que el Señor me encomendaría semejante misión. Salvar un alma? no Señor, yo era monja de convento y de convento cerrado. De esas piadosas que no salen y rezan todo el día. Pues eso es lo que amo, rezar todo el día y conectarme con el Señor. Salir del convento? por favor, era ridículo. En estos dos años solo había salido 3 veces para ir al medico. Nada mas. Y ni hablar del inexistente contacto que mantenía con mi familia. Mi madre nunca apareció, solo mando 4 cartas para las fiestas y nada mas. Al igual que aquellas que decían ser mis amigas.
Mi vida en el convento era lo que mas amaba. Era un compromiso de vida y estaba muy feliz de ello. La vez que entre al convento, la madre Agnes me hizo quemar mi ropa, ella decía que estar comprometida con el Señor era renunciar a todo lazo mundano, y que quemar mi ropa era una forma de desprenderse. Parece cruel quemar algo, pero la realidad era que cuando lo hice, me sentí libre de toda atadura.
Flashback
-Arrojala, hermana- Agnes me miraba y alcanzando mi mano, señalo las llamas- El desarraigo de las cosas efímeras y pasajeras nos otorgan la libertad del alma y fortalecen nuestra vida espiritual. Ten valor, hija mía, y despréndete de lo que no necesitas-
Su gesto maternal y su cálida mirada me dieron la confianza que necesitaba. Si pensarlo dos veces, tire mi vestido. Las llamas danzaban, quemando y tomando retazo por retazo todo mi vestido. Permanecí ahí, en silencio, hasta que no quedaron más que cenizas.
No hay vuelta atrás.
Fin del flashback
-¿Catarina?-
-¿Eh?- mi nombre me saco de mi ensoñación. La Hermana Tammi sacudia su mano frente a mi cara.
- Asique es verdad, la madre superiora te asigno una misión- dio un pequeño grito- Que emoción, salvaras a un problemático?- Tammi estaba haciendo mucho escándalo. A veces era muy enérgica.
-Shh Tammi, no grites- le agarre las manos y la hice sentarse a mi lado. Estaba sentada en un banco en un pasillo del convento- Dime, ¿Quiénes lo saben?
- Ja, querrás decir, ¿Quiénes no lo saben? Todo el convento está enterado. La hermana Milagros se encargo de decírselo a todas, ya sabes- señaló su oído- escucha a través de las paredes.
Bufé - A veces me olvido de que esto es un convento. Chusmas de barrio.-
- Cat, esto es importante, si la madre superiora te dio esta tarea es porque cree que eres especial. ¿Quién sabe? Por ahí quiere que seas madre superiora en un futuro. Es una gran oportunidad.- Tammi estaba sonriente.- Además, es una misión de un año cuanto mucho. Y te tengo fe, eres una mujer religiosa y de gran corazón, pero también de armas tomar, estoy segura de que lo lograras y volverás a casa pronto. – Tammi me abraza.
- Gracias Tammi, le voy a patear el culo a ese criminal- la hermana me miro raro.- Digo, a salvarle el culo, claramente.
...
Creo que voy a vomitar. La madre superiora y las demás hermanas me esperaban en la puerta para mi despedida. La hermana Margaret me había dado un bolso para llevar mis documentos. Estaba tan apurada que varios mechones de pelo sobresalían de mi cofia y ni hablar de las medias color piel rotas. La madre Agnes me había dicho que iria a Lenka, la prisión del condado y que volvería por la noche si n o me sentía segura, aunque lo mas recomendable seria que me quede a pasar la noche. "Pero que se cree, ni que fuera batichica, ni loca me quedo con esos presos"
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Save him? or me?
RomantikDesde pequeña siempre supe cual sería mi vocación. Ni las insistencias de mi mejor amiga, ni los ruegos de mi madre me hicieron tambalear. Siempre firme, decidida. Para lograr lo que quería, pase un arduo año estudiando y gracias a ello, ya llevo do...